Imagen del exterior del piso que está okupado. | Jaume Morey

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La okupa del piso anunciado en la Cabalgata de Reyes de Palma ha denunciado «el acoso» que está sufriendo estos días. El caso se dio a conocer después de que la propietaria de la vivienda, que se encuentra en el Casc Antic, saliera durante la noche de Reyes con un cartel en el que anunciaba la venta de su piso por 138.000 euros y su número de teléfono. El motivo de haber puesto un precio tan bajo era, según la propietaria, porque se encontraba okupado.

La moradora de la vivienda, por su parte, no ha querido hacer más declaraciones pero ha señalado que desde entonces ha vivido una situación muy tensa por la persecución de cámaras de televisión de programas, algunos de ellos de nacionales. La mujer ha advertido a Ultima Hora que la presencia de las televisiones a la puerta de su casa ha provocado «un ataque de ansiedad a mis hijas» este martes por la tarde.

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La residente en el piso, situado cerca de la Plaça Major, ha explicado que «el caso está en el juzgado y lo llevan mis abogados. Yo tengo un contrato de alquiler» aunque dice que en los últimos meses no lo ha pagado. El motivo, tal y como señala la propietaria Noemí Rotger, es que «se ha llevado a cabo un contrato fraudulento. Una mujer a la que le alquilé el piso, que es un familiar lejano, subarrendó la vivienda sin mi consentimiento ni mi conocimiento».

La inquiokupa dice que tiene tres hijas y «lo estamos pasando mal, está feo. Hemos pasado mucha vergüenza. Parece que hemos hecho aquí algo muy malo y somos personas, soy madre de tres hijas, que son menores y no han podido dormir anoche con todo lo que pasó con las televisiones». La mujer se defiende e insiste en que tiene un contrato de alquiler.

Por su parte, Noemí Rotger, que reside en China pero ha venido a la Isla para arreglar el asunto de esta vivienda, asegura que desde la Noche de Reyes ha recibido más de 65 ofertas de compra, muchas de ellas de fondos de inversión, abogados o procuradores. La vivienda cuenta con 30 metros cuadrados, aunque «hay otros veinte metros que le faltan y que estoy intentando recuperar, porque se trata de una propiedad horizontal».