Marcos Alonso se juega el puesto esta noche en el partido ante el Real Mallorca. Foto: JAUME MOREY.

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El Real Mallorca se dispone a cerrar el milenio con la clara intención de ganar al Sevilla y lavar la imagen ofrecida en el último partido de Liga.
Los mallorquinistas tendrán que superar al colista de Primera División. Un equipo irregular que es capaz de ganar al Barcelona por tres goles a dos y de perder ante el Oviedo por dos tantos a cuatro.

Los de Marcos Alonso atraviesan una crítica situación en la Liga y su técnico está en la cuerda floja. De hecho en Sevilla se asegura que hoy mismo dejará de ser entrenador del conjunto andaluz si pierde en Son Moix. A todo esto hay que unirle el incidente en el que se vieron involucrados los cuatro uruguayos del equipo la pasada semana al protagonizar una pelea nocturna.

El conjunto de Fernando Vázquez sabe de las debilidades de un rival que, pese a todo no hace mal fútbol y no es manco de cara al marco contrario. Los rojillos afrontan el choque con ausencias significativas como las de Jovan Stankovic -esguince de tobillo- y Leo Biagini que padece ligeras molestias en el pubis.

La principal novedad en la convocatoria rojilla es la inclusión del portero del filial, Miki Garro, sustituto de César Gálvez que sufre un proceso gripal.

En el capítulo positivo, Vázquez recupera a Miquel Soler, que ha superado una rotura fibrilar. No obstante Fernando ha convocado a 19 jugadores previniendo una posible recaída.