El ex futbolista Diego Maradona, que abandonó anoche el centro de
terapia intensiva (CTI) del sanatorio Cantegril tras ser internado
por una sobredosis, será indagado próximamente por la policía
uruguaya a pedido de la justicia, que investiga cuánta droga poseía
y quién se la suministró. Con este objetivo, las autoridades
policiales iniciaron ayer una serie de allanamientos e
indagaciones.
El futbolista, elegido Deportista del Siglo por la prensa de su
país el mes pasado, «se encuentra mejor y va a salir en las
próximas horas» del CTI para pasar a una sala «de menor
complejidad», informó el médico Frank Torres. Dos argentinos amigos
de Maradona, su apoderado Guillermo Cóppola y el empresario Pablo
Cosentino, fueron los primeros en ser llamados a declarar ayer en
la sede de la Jefatura de Maldonado, anunció el jefe de policía del
departamento, Máximo Costa Rocha. Cosentino y Cóppola brindaron
testimonio de manera separada y durante varias horas.
El informe del médico forense Martín Romero, realizado a pedido
de la justicia, estableció que el primer examen antidóping en orina
y en sangre de Maradona «dio positivo al consumo excesivo de
cocaína», informó ayer en conferencia de prensa Costa Rocha. Los
síntomas con que Maradona llegó al hospital «indicaban que no era
un consumo normal de cocaína» sino «excesivo», aclaró, y agregó que
«se le va a tomar una declaración cuando la autoridad médica lo
estime conveniente y lo habilite».
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