TW
0

78 C.B. GRANADA(36+42): Casiano (17), Traore (2), Cazorla (15), Dani Pérez (19) y Alexander (16) -cinco inicial-. Solé (0), Valdivieso (0), Benítez (0) y Richmond (4).
22 de 43 en tiros de dos puntos. 6 de 14 en tiros de tres puntos. 16 de 24 en tiros libres. 27 rebotes (15 en defensa y 12 en ataque). 22 faltas personales.

76 BÀSQUET INCA(38+38): Yáñez (10), Luis Merino (13), Monclova (6), Rubchenko (15) y Gonzalo Fernández (13) -cinco inicial-. Chambers (12) y Roure (7).
17 de 31 en tiros de dos puntos. 9 de 19 en tiros de tres puntos. 15 de 23 en tiros libres. 34 rebotes (22 en defensa y 12 en ataque). 21 faltas personales.

ÀRBITROS: González y Perea. Excluyeron al visitante Roman Rubchenko (minuto 39).

Marcador cada cinco minutos: (6-11), (19-20), (27-27), (36-38) -descanso-, (46-45), (55-54), (65-66) y (78-76) -final-.
Incidencias: Palacio de Deportes de Granada. Unos 4.000 espectadores. En los prolegómenos del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria de la madre del Rey de España.

ALBERT ORFILA
Acostumbrado durante el primer trayecto del curso a inclinar a su favor todos los partidos que se mueven sobre un alambre, Bàsquet Inca descubrió en Granada la otra cara de la moneda. El grupo de Olmos claudicó en el Palacio de Deportes víctima de la presión y de las imprecisiones que acumuló en el último suspiro de la cita. Roman Rubchenko primero y Luis Merino después, erraron desde la línea de tiros libres y la victoria se le escurrió al Inca.

Mucho antes de verse obligado a jugar a la ruleta rusa, el cuadro mallorquín se esforzó demasiado en regalar posesiones -doce pérdidas de balón- a un conjunto andaluz marchitado por las urgencias pero con muchos gramos de talento en su plantel. De hecho, fue el Bàsquet Inca quien mostró más misericordia y agasajó al Granada con un partido en el que casi siempre vivió por debajo en el marcador. Eso sí, las ventajas que se administraron fueron casi siempre mínimas.

Anulado casi por completo Eddie Casiano durante el primer acto, Dani Pérez fue el hombre que mantuvo al Granada en el partido. La línea exterior del Inca mostraba una altísima productividad y a base de tiro y trabajo en la pintura gobernaba con cierta solvencia. No obstante, el cuadro mallorquín se resistía a pisar al Granada, entre otras cosas por su obsesión por regalarle contrataques. El partido quedó atrapado en un continuo intercambio de canastas y el Inca salió perdedor.