Carreras y Aguilera luchan por un balón durante el partido disputado ayer tarde en el Vicente Calderón.

Carreras y Aguilera luchan por un balón durante el partido disputado ayer tarde en el Vicente Calderón.

10/01/00 0:00
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1 ATLÉTICO DE MADRID: Molina, Gaspar, Gamarra, Santi, Capdevila, Aguilera, Bejbl, Hugo Leal, Solari, Kiko, Hasselbaink.
Cambios: Njegus por Aguilera, Valerón por Solari y Correa por Kiko.
0 MALLORCA: Leo Franco; Olaizola, Nadal, Siviero, David; Lauren, Engonga, Soler, Carreras, Diego Tristán, Carlos.
Cambios: Ibagaza por Soler, Djokaj por Carreras y Quintero por Carlos.
GOL: 1-0: m.48: Hasselbaink, de penalti.
ÀRBITRO: Evaristo Puentes Leira (Comité gallego). Amonestó a los atléticos Santi (m.75), Njegus (m.85) y a los mallorquinistas Carlos (m.34), Olaizola (m.42), Engonga (m.87).

MIQUEL ALZAMORA
La derrota de ayer no es lo peor que se trae este equipo en su regreso a Son Moix. A falta de diez días para el próximo encuentro de liga ante el Real Madrid, pintan bastos para un Mallorca plagado por las bajas. A las ya conocidas ausencias de Stankovic y Miquel Soler (ambos por lesión), Germán Burgos (objeto de una interminable sanción) y Leo Biagini (concentrado con su selección), hay que sumar desde ayer las de Xabier Olaizola y Vicente Engonga, que cerraron en el Calderón su ciclo de cinco cartulinas amarillas. En el colmo de la acumulación de problemas, Fernando Vázquez tampoco podrá contar con Lauren Bissan, enfrascado en la Copa de Àfrica, para la trascendental cita del Bernabéu.

Con un centro del campo anárquico, una defensa solvente pero muy alejada del resto de las líneas y una delantera inocua donde las haya, el Mallorca presentó ayer escasísimos argumentos para hacerse acreedor a la victoria. Quizá ni siquiera al empate. Para cuando Carlos Domínguez disfrutó, pasada la media hora de juego, de la primera clara oportunidad de abrir el marcador del lado bermellón, Leo Franco ya se había cansado de intervenir. Como ya ocurriera en el reciente "y lamentable" encuentro ante el Valladolid en Son Moix, el guardameta hispanoargentino fue el baluarte más sólido del equipo rojillo. Sin su concurso, el Atlético habría tardado muy poco en acomodarse en el encuentro pero dos providenciales intervenciones a sendos remates de Aguilera y Solari devolvieron la paz a este Mallorca miedoso y especulador.

El Atlético tardó casi cincuenta minutos en sacar partido de la apatía de su rival. Bien conducido por Hugo Leal y con un Kiko más voluntarioso que eficaz "el jerezano regresaba al equipo después de año y medio en el dique seco", el grupo de Ranieri encontró, una vez más, su tabla de salvación en Jimmy Floyd Hasselbaink. El holandés ejecutó un impecable lanzamiento de penalti después de una discutida carga de David a Aguilera y firmó el gol de oro del partido.