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JORGE MUÑOA (VITORIA)
La fase final de la Copa, el torneo más vanguardista de Europa, volverá a batir récords de la mano de los ocho equipos llamados a la gloria en el moderno Pabellón Araba Arena: Pamesa Valencia, Tau Vitoria "anfitrión", Barcelona, Estudiantes, Unicaja, Caja San Fernando, Canarias Telecom y Real Madrid.

Casi quinientos periodistas de prensa, radio y televisión, cifra nunca alcanzada hasta ahora en una competición tutelada por la ACB, contarán los avatares de una competición que no conoce límites. Inmersa en las nuevas tecnologías de la comunicación a través de Internet "www.liga-acb.es" y las innovaciones que Canal Plus ha introducido para las transmisiones, la Copa también ha conquistado el corazón de los aficionados.

Vitoria, que en abril del 2001 acogerá la Final a Cuatro de la Euroliga, se ha visto desbordada por el masivo desplazamiento de seguidores. La masiva afluencia de visitantes ha superado con creces las perspectivas del sector turístico, la ocupación hotelera ha alcanzado el cien por cien en toda la provincia de Alava y las comarcas limítrofes también han recibido el impacto que la Copa genera en la ciudad organizadora, cifrado en miles de millones de pesetas.

Una marea humana ha tomado la capital vitoriana y se ha repartido hacia Bilbao por el norte y ha llegado hasta Aranda de Duero (Burgos) por el centro. Y todo con tal de asistir a una edición copera que, para abrir boca, dejará fuera de la lucha al Real Madrid o al Barcelona. El sorteo de los cuartos de final emparejó a los dos grandes en la primera ronda de eliminatorias y uno de ellos quedará eliminado hoy, antes de conocer la composición definitiva de la serie semifinal, que se completará con los vencedores del cruce entre el Pamesa y el Unicaja y con los supervivientes de los emparejamientos Caja San Fernando-Canarias y Tau-Estudiantes, programados para el sábado. Pero así es la Copa, una cita sin favoritos que desde hace casi diez años actúa como rampa de lanzamiento para otros equipos menos asiduos al triunfo que han encontrado en el actual sistema de competición el escenario ideal para tocar la cumbre, sentirse campeones y compensar con títulos el esfuerzo económico de clubes y patrocinadores.