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JORGE MUÑOA
73 BARCELONA: Goldwire (5), De la Fuente (9), Gasol (15), Elson (5), Alston (13) -cinco inicial-, Rentzias (12), Gurovic (4), Navarro (4), Rodríguez (6), Dueñas (-) y Digbeu (-).
68 REAL MADRID: Djordjevic (11), Alberto Angulo (2), Herreros (14), Scott (5), Struelens (12) -cinco inicial-, Iturbe (7), Lucio Angulo (3), Galilea (10) y Mijailov (4).
ARBITROS: Betancor, Llamazares y García Ortiz. Excluyeron por personales a Scott (m.40).

Pau Gasol, uno de los descarados junior de oro, prestó en Vitoria su primer gran servicio a la causa barcelonista con una segunda parte de libro que sacó al Barcelona como vencedor de una eliminatoria ante el gran rival a pesar de los dieciséis puntos de ventaja que el Real Madrid tenía a los cinco minutos de la segunda parte.

Diez puntos seguidos del belga Eric Struelens en ocho minutos (8-15) abrieron un hueco que alarmó al banco azulgrana.
La inmediata llamada de Aíto García Reneses a la banda y la entrada en acción del banco paró la ascensión madrileña y contuvo la hemorragia creada por la ausencia de Roberto Dueñas en el epicentro de la pintura barcelonista.

Aíto consiguió que la irrupción de Efthimios Rentzias nivelara de nuevo el marcador (25-26 m.12), pero la recta final del primer tiempo confirmó que el mejor situado era el Real Madrid, al que un triple del vitoriano Iker Iturbe le mandó con diez puntos de ventaja al descanso (31-41) a mitad del partido.

Sin embargo, los blancos no supieron matar el encuentro en ese momento, se durmieron en los dieciséis puntos de ventaja que tenían en ese momento y el inicio de una zona presionante del Barcelona les cortó el ritmo ofensivo.

Scariolo hubo de recurrir a Djordjevic y José Luis Galilea al unísono para frenar la sangría de pérdidas y ataques malgastados en opciones de tiro forzadas, pero el Barcelona había regresado del infierno para conducir a su terreno, el físico, el de la defensa asfixiante, un cruce que poco antes tenía perdido.