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Antonio Hernández, futbolista del Gènova que el domingo sufrió una aparatosa lesión en el transcurso del partido que enfrentaba al Manacor y al conjunto de Ciutat, fue sometido en la mañana de ayer a una resonancia magnética para evaluar las consecuencias del golpe recibido durante el encuentro.

El futbolista granadino de 23 años se encuentra, en principio, fuera de peligro pero seguirá en observación durante las próximas 24 horas. Durante todo el día recibió la visita de compañeros, directivos, familiares y amigos y pudo articularse a pesar de los dolores. El jugador le relataba a Julio López, delegado del conjunto blanquiazul lo sucedido y declaraba que «vi el balón que me venía a la cara y traté de hacer fuerza para amortiguar el golpe. Al saltar noté que la espalda me crujía y luego caí redondo sobre la hierba. Ya no me acuerdo de nada más», afirmaba.

El futbolista tardó hora y media en recuperar el conocimiento y posteriormente fue trasladado al hospital de Son Dureta desde Manacor. Hoy se conocerá el resultado de la resonancia magnética y el doctor Abad, galeno que sigue la evolución del jugador, realizará un primer diagnóstico.