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Javier Olaizola se convirtió ayer en el protagonista de la sesión de entrenamiento que efectuó el Real Mallorca en Son Bibiloni.
En el transcurrir de un partidillo el lateral sufrió una entrada fortuita de Germán Burgos que le obligó a abandonar el trabajo cojeando de manera importante. El portero había clavado los tacos en la parte superior del pie derecho del defensa lo que obligó al fisioterapeuta, Joan Antoni Martorell, ha coser la herida con dos puntos de sutura. El futbolista estará en condiciones de jugar en San Mamés pero ante la «epidemia» de bajas que asola el vestuario, cualquier mínimo problema enciende la luz de alarma y más si se trata de un jugador clave como es el caso del zaguero vasco.

El futbolista abandonó la ciudad deportiva con dolor en la zona afectada. «Estoy bastante dolorido "dijo Olaizola" no tenía que haber entrenado ya que tenía el pie bastante inflamado debido a un plantillazo y por casualidad hoy en un jugada fortuita con Germán me ha producido un brecha pequeña y además en el mismo pie». Javier comentaba que la acción fue más aparatosa que grave. «En unas horas estaré otra vez entrenando a tope lo que pasa es que ahora con el tema de los puntos la zona está un poco inflamada pero no habrá problema», comentó Javier. Por otra parte Jovan Stankovic entrenó al margen del equipo pero lo hizo con ritmo y también con balón. El interior confía en reaparecer en dos semanas y espera disponer de minutos de cara al encuentro que jugará el Mallorca frente al Celta de Vigo dentro de dos semanas.