El Zaragoza le sacó los colores al Mallorca. Los de Vázquez se
escudaron en la noche europea del pasado jueves y fueron incapaces
de superar a un rival que jugó con nueve casi toda la segunda
parte. Al final, con empate a uno, el drama buscó acomodo en Son
Moix, ya que los de Chechu Rojo fallaron un penalti con el tiempo
ya cumplido. La afición obsequió al plantel con un amplio recital
de abucheos y es que ayer los isleños mostraron una incapacidad
total frente a un rival que jugó en minoría.
La historia del partido empezó de cine para los mallorquinistas.
Pocas veces puede ponerse tan de cara un partido de fútbol. Nada
más arrancar el encuentro el Zaragoza se quedaba con diez. Juanmi,
uno de los mejores porteros de la Liga, enfiló el túnel de
vestuarios a los cuatro minutos al interceptar con las manos fuera
del área un tiro de gol de Paco Soler.
El Zaragoza exhibió sangre fría, trianguló bien en la zona de
creación y no dio opción casi al grupo de Vázquez a que gozase de
jugar casi todo la primera parte con un jugador más. Mientras el
Mallorca dudaba, el Zaragoza daba la pelota a Acuña y Aragón para
que torpedeasen desde cualquier parte del campo y cuando esto
fallaba entregaba el balón a Milosevic para que hiciese la guerra
por su cuenta.
De esta forma, y entre oportunidades aisladas, llegó el primer
tanto local. Armando asiste para Diego, éste rompe la espalda a la
defensa y, desde la posición de extremo derecho, envía un centro
medido a Carlos que fusila al guardameta zaragozista.
Con el uno a cero y con uno más sobre el campo, se intuía un
partido fácil pero los de Rojo se encargaron de romper la teoría y
aguantaron estoicamente hasta el final del primer tiempo. Los maños
echaron mano de la fuerza de voluntad y consiguieron poco antes de
marcharse a la caseta establecer el empate. Fue un penalti de Nadal
sobre Sundgren el gol que se encargó de materializar Garitano. Pero
los visitantes tenían la negra en una tarde de carnaval. A los diez
minutos de la reanudación, y con empate a uno, el árbitro señalaba
falta de Aguado sobre Carlos y le mostraba la segunda amarilla, por
lo que el conjunto de Rojo se quedó con nueve. Pero los maños
volvieron a echar mano de la fe y con orden y colocación fueron
incluso superiores al Mallorca. La actitud positiva vestía de
blanco y en tiempo ya de descuento, Engonga ve la roja al cometer
penalti sobre Vellisca y Aguado envía la bola al larguero cerrando
un partido para olvidar.
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