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0 GANDÍA: Espín (2); Sancho (1), Juanma (1), Guijarro (1), Albelda (1), Dani Mallol (1), Lalo (1), Frigola (1), Edu Arnau (1), David Bauzà (1), Julián (1).
Cambios: Toni Nadal (1) por Lalo, Alonso (1) por Juliñan y Roberto (-) por Frigola.
0 MALLORCA B: Miki (3); Buades (1), Rubiales (1), Jacobo (2), Àlvaro Cámara (2), Benjamín (1), Cordero (1), Robles (2), Güiza (1), Jesús (2) y Jonathan (1).
Cambios: Viale (1) por Jesús, Peñaranda (-) por Güiza y Alyson (1) por Benjamín.
ÀRBITRO: Serrano Corbalan (Colegio Murciano). (1). Tuvo una discreta actuación. Amonestó con la cartulina amarilla a los jugadores locales Espín, Albelda, Mallol, Frigola, Edu Arnau y al entrenador Ferrando y a los jugadores del filial mallorquinista Alyson, Jacobo y Jonathan.
INCIDENCIAS: Estadio Guillermo Olagüe. Unos 2.000 espectadores presenciaron el encuentro. Terreno de juego en irregulares condiciones. Juan Ramón López, técnico rojillo, vio el partido desde la grada cumpliendo la sanción.
LO MEJOR: La primera parte de Miki
LO PEOR: La falta de remate de los delanteros locales

SANTI ROCA (GANDÍA)
El Mallorca B consiguió un meritorio empate en su visita al campo del líder en un partido con poco fútbol ofensivo y en el que las defensas superaron con claridad a los ataques. El Gandía fue el que llevó el peso del partido, pero la buena organización defensiva de los baleares impidió que ese dominio se viera compensado con algún gol.

Después de dejar escapar dos puntos en casa el fin de semana pasado ante el Castellón, el conjunto balear no podía permitir que sus rivales más directos en la lucha por la promoción se escaparan más de la cuenta. La visita al feudo del líder no era, tal vez, el escenario ideal para sumar puntos, pero viendo el final de la liga cada vez más cerca, en cualquier campo se tiene que ir a por puntos.

La primera parte fue de claro dominio local. Los de César Ferrando apretaron el acelerador desde el principio y, rápidamente, se hicieron con el control del partido y la posesión de la pelota. El Mallorca B, por su parte intentaba aguantar y contener las embestidas del conjunto valenciano, pero tenía serias dificultades para soportar el ímpetu de los jugadores locales.

El conjunto de Juan López, viendo que no podía salir del atolladero en el que le había metido el conjunto local, se dedicó a no perder la posición en el campo y esperar alguna contra con la que poner algo de inquietud en la defensa del líder de la competición. Pero no encontró vías por dónde salir. El Gandía, con un gran sentido de la anticipación frenaba cualquier amago ofensivo balear.

Tras la reanudación, el ímpetu local menguó y el Mallorca encontró más facilidades para poder salir en alguna contra. Un disparo de Robles lejano fue el primer aviso mallorquín. Pero fue un espejismo. Al final, tablas en Gandía.