Viaje por Europa y llegada a la ciudad del Turia a las cinco de la madrugada.

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Dilapidado el crédito europeo en la función de Estambul, la última estación continental del curso, el grupo de Vázquez asume entre responsabilizado y expectante un tramo de la competición doméstica que desvelará gran parte de su futuro. Mestalla abre esta noche la puerta a un partido que oculta puntos bañados en oro y que también ha marcado un punto de inflexión en las relaciones entre ambos clubes; enturbiadas y rotas por la fecha del partido.

No obstante y al margen del contencioso abierto entre Valencia y la SAD balear, lo estrictamente deportivo aconseja al Mallorca variar sustancialmente el guión que interpreta lejos de Son Moix para evitar problemas. Los antecedentes invitan al pesimismo. El cuadro bermellón nunca ha ganado en Valencia, la única victoria foránea que ha obtenido tiene fecha de caducidad "ante el Espanyol el pasado mes de noviembre" y no gana en la Liga desde febrero, cuando el Celta se cruzó en su camino. Al límite de sus fuerzas "dos partidos en apenas 48 horas", Vázquez suspira por un triunfo terapéutico ante un equipo instalado entre los mejores del viejo continente pero que no acaba de dar un salto de calidad en la competición nacional.

El Valencia de Héctor Cúper abre interrogantes cada vez que actúa en su centro de operaciones y ante el Mallorca se verá obligado a prescindir de varios futbolistas fundamentales en su dibujo: Milla, Mendieta y el «Piojo» López, aunque la profunidad de su plantilla le permitirá armar un once que infude respeto. Fernando Vázquez, que dio descanso a algunos titulares en Estambul, no podrá contar con el camerunés Samuel Eto'o, convocado por su selección, ni con los lesionados Biagini, Fernando Niño, David y Quinteros. Lluís Carreras se ha quedado fuera de la convocatoria.