El Espanyol dejó al Mallorca fuertemente conmocionado. Comparada
con el varapalo que el equipo de Paco Flores propinó al de Vázquez,
la bofetada de Burgos a Serrano parece una simple caricia.
Consumado el enésimo ridículo en menos de dos meses, el consejo
de administración de la entidad se reunió ayer en Son Moix con
carácter de urgencia para abordar un punto único: el futuro de
Vázquez. La situación del técnico gallego pende de un hilo después
de la derrota de ayer y sin embargo, el consejo no ha adoptado aún
la decisión de destituirle. En concreto, el caso está en manos
Mateo Alemany, quien ha asumido plenos poderes dado el grave estado
de salud del propietario de la entidad, Antonio Asensio.
Según pudo saber este periódico, después de la reunión celebrada
en el estadio, Fernando Vázquez seguía siendo entrenador del primer
equipo. Ningún miembro del consejo se ha pronunciado sobre el
futuro inmediato del entrenador, pero todo apunta a que puede ser
relevado en las próximas horas. Aunque Alemany siempre ha negado
que el encuentro de ayer fuera un ultimátum, el nerviosismo en la
entidad es patente a raíz de la profunda crisis de resultados que
está viviendo el equipo, que ha pasado en un mes de soñar con
posiciones europeas a ver amenazada su permanencia en la Primera
División.
A las puertas de jugar contra el Barcelona, el Mallorca se
encuentra a sólo cuatro puntos del descenso y todos sus futuros
compromisos serán ante rivales que se juegan la permanencia o
plazas europeas. En caso de destitución de Vázquez, el técnico del
filial, Juan Ramón López, tomaría las riendas del equipo.
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