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No es un día cualquiera. El baloncesto mallorquín presiente que la historia le reclama y aspira a gestar su gran catarsis, la que debe permitirle dejar atrás muchos años de mediocridad y dejarle a muy poca distancia de la ACB. Granada será esta noche tierra de sueños gigantes, escenario de un duelo enorme que aclarará si Inca puede culminar un año orgiástico. Ciento sesenta minutos después, la serie de cuartos de final entre andaluces y mallorquines no ha hecho otra cosa que confirmar los augurios de la propia Liga.

La eliminatoria se ha estirado hasta el límite y todo se decidirá en pulso que nada parece tener que ver con los cuatro anteriores. Aparece como un partido suelto, ajeno a todo lo que ha venido ocurriendo durante los últimos días. De hecho, llegados a este punto, poco importa ya el pasado. Drac Inca, que desde ayer se encuentra en la ciudad de la Alhambra con la única obsesión de encontrarse con el Menorca en semifinales, tiene claro que para pactar con el éxito deberá exponer un repertorio inmenso.

Aunque siempre es un buen punto de partida, poco importa jugar bien. Quizás no sea suficiente. Su dureza mental será examinada con lupa. Si casi ocho mil almas intentarán ponerle ocho mil zancadillas, Inca tampoco ha escondido que si este playoff es una prueba de resistencia saldrá mejor parado que su rival. Tras su paso por el Palau, Granada ha exhibido síntomas que delatan agotamiento, especialmente en el último partido. Era algo previsible en una plantilla donde el protagonismo lo acaparan seis jugadores.

Nadie es inmune al desgaste. Serrano, un jugador fundamental en el dibujo de Antonio Gómez, no puede maquillar la acumulación de minutos, y el perímetro andaluz también puede dar fe de ello. Sus prestaciones han estado en claro declive hasta generar un déficit significativo: 1 de 12 en tiros de 3 puntos. La plantilla balear también se ha apresurado a anunciar que no piensa reeditar viejos errores. La lección está aprendida. No obstante, un dato especialmente cruel mantiene en cuarentena su tratado de intenciones: no gana lejos del Palau desde el pasado 26 de enero, cuando visitó la cancha del Badajoz.