Los copropietarios del Real Mallorca estudiaron ayer noche, en
asamblea celebrada en el salón de actos de la Banca March, la
propuesta del club de comprarles sus títulos de propiedad del viejo
Lluís Sitjar. El club quiere dar a los copropietarios un pase a
perpetuidad para poder asistir a los partidos en el nuevo recinto
deportivo de Son Moix. La propuesta es individual por lo que cada
accionista deberá decidir que hace con su título, pero por lo visto
ayer noche en la Banca March parece ser que será muchos los que se
acogerán a la oferta de la entidad mallorquinista, aunque también
los hubo que mostraron sus descontento asegurando que eso sería
poco menos que regalar la propiedad a un «desconocido».
Se hablaba de otras compensaciones, pero al final sólo existía
la mencionada de darles un nuevo pase, algo así como cambiarles el
que tenían en el Lluís Sitjar por uno nuevo en Son Moix. Lo cierto
es que la convocatoria contó con una importante participación de
accionistas que se reunían para intentar darse solución a algo que
parece tener mala salida pues pocas son posibilidades que ofrece el
estadio de la Plaza Barcelona, toda vez que está catalogado como
zona de servicios, lo que significa que no se puede edificar, pues
de lo contrario los 28.000 metros cuadrados tendrían un alto
precio, aunque como se apuntó por parte de algunos asambleistas lo
mejor sería catalogar la instalación pues hay algunos metros que
son urbanizables en este momento, conocida esta tasación se podría
tomar una decisión más sensata.
Por otro parte la marcha del primer equipo a las nuevas
instalaciones cedidas por el Ajuntament dejan al Lluís Sitjar en
una situación delicada ya que de no utilizarlo estará abocado a la
ruina como otras muchas instalaciones que están a su alrededor como
son el velódromo de Tirador o el canódromo, por ello que se le
busque una salida lo más rápidamente posible. Pero lo que sí quedó
claro en la reunión de la Asociación de Copropietarios es que
aunque están dispuestos a cambiar sus título no están dispuesto a
hacerlo a cualquier precio, por ello el presidente de la
Asociación, Miquel Contestí, lleva el encargo de pedirle a Mateo
Alemany garantias suficientes en el hipotético caso de que la SAD
mallorquina se disuelta.
Así las cosas todo parece indicar que habrá que ver como se
desarrollan los acontecimiento y si todos los propietarios están
dispuestos a cangear su título por el pase que les ofrece el Real
Mallorca. Aunque lo cierto es que no parece que el problema se
pueda resolver en breve y todo apunta a que habrá que seguir
negociando por ambas partes para buscarle una salida digna al viejo
recinto deportivo, de lo contrario puede acabar convertido en un
estercolero, toda vez que por parte del Mallorca se ha insinuado la
posibilidad de dejar la instalación ya que apenas si es necesaria
para los equipos filiales, sobre todo después de poner en marcha
defintivamente la Ciudad Deportiva Antonio Asensio donde pueden
jugar sus partidos los equipos filiales como el Mallorca B o el
División de Honor.
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