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No es un jugador más y su regreso a Inca ha llegado envuelto por un buen puñado de aditivos. Alberto Alzamora volvió de nuevo al Palau y exhibió otra vez la camiseta que hace poco le abrió las puertas de la ACB. Dos años después "con una breve parada en el playoff 99/00", el alero formado en Granollers ha decidido volver a es Raiguer y enrolarse en un proyecto que él mismo considera «ganador».

Nombrado MVP (jugador más valioso) de la Copa Príncipe de Asturias, Alberto Alzamora decidió semanas atrás rechazar la propuesta de renovación que le había servido en Melilla y firmar un contrato de dos temporadas de duración por el Drac Inca. «Evidentemente tu tierra siempre tira, pero estoy aquí por el proyecto deportivo y para jugar a baloncesto. Creo que se está formando una plantilla muy competitiva. El hecho de que el club haya fichado a un entrenador como Oliete también ha resultado determinante. Es un gran técnico y la verdad es que estoy con muchas ganas».

Flanqueado por el presidente Sebastià Penya y su nuevo entrenador, Alzamora advirtió en su presentación desconocer el papel que asumirá esta temporada en el Inca. «A mí me da igual jugar de tres o de cuatro, lo único que quiero es asumir protagonismo y que el equipo esté lo más arriba posible. Para ello lo único que se me ocurre es trabajar muy duro desde el principio».

Prácticamente inédito en el Girona de Trifon Poch y rehabilitado por Javier Nieto en Melilla, Alberto Alzamora valora de forma positiva la experiencia acumulada durante los dos últimos años. «De lo bueno y lo malo que te pasa siempre aprendes algo, adquieres experiencia y eso siempre es importante para cualquier jugador. Creo que durante los dos últimos años he adquirido algo más de madurez y esto siempre es bueno. Lejos de casa siempre te valoran algo más, aunque como jugador no me considero ni mejor ni peor que antes. Aquí la gente ya me conoce y saben que voy a darlo todo por el equipo».