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CARLOS DE TORRES
El Tour descansa en Perpignan en vísperas de tres etapas pirenaicas que terminarán de definir la suerte final de la carrera, con Armstrong lanzado en el camino de conquistar su tercer título consecutivo, el francés Francois Simon de inesperado líder y los españoles con presencia en la general aún sin victorias en las once etapas disputadas. El Tour se adentra en los Pirineos con un proyecto de podio idéntico al del año pasado: Armstrong, Ullrich y Beloki.

Estos corredores calcaron la clasificación en las dos etapas alpinas de Alpe D Huez y Chamrousse, las únicas en las que se han enfrentado cara a cara. El primer capítulo de la carrera quedó atrás con el recuerdo de la lluvia, el viento y las caídas. Las primeras etapas fueron de escapadas permitidas y descontrol. Tanto es así, que un monumental despiste del pelotón y de los equipos de los favoritos en la octava etapa con final en Pontarlier puso diferencias de más de media hora en la general, algo con pocos precedentes en la historia. De aquel desbarajuste salieron beneficiados el kazako Andrei Kivilev (Cofidis) y el actual líder, el francés del Bonjour Francois Simon. Armstrong entra de nuevo en terreno propicio con dos objetivos: primero desbancar a los intrusos de la general y luego seguir aplicando el rodillo en los míticos puertos de los Pirineos ante sus rivales naturales.

El tejano anuncia que atacará para limar dos minutos a Kivilev y 13 a Simon, aunque le gustaría «que no solo lo hiciera el US Postal». El estadounidense, a pesar de su evidente superioridad, es humano y recuerda que en los dos últimos Tour tuvo serios apuros en el Soulor (1999) y en Joux Plane (2000) cuando se quedó sin equipo. «Siempre pago los esfuerzos», dijo.

Este año cuenta con los españoles Roberto Heras y José Luis Rubiera, quienes harán todo lo posible en su terreno de recuperar el maillot amarillo para su jefe. El salmantino, vencedor de la Vuelta, no parece a tope por sus molestias en la rodilla. Joseba Beloki saldrá en las tres jornadas de montaña con el aliciente de estar cerca de casa y en las carreteras que conoce de sobra por los entrenamientos. El corredor del ONCE Eroski afronta los Pirineos en cuarta posición, por delante de Ullrich, que es quinto a 24 segundos del guipuzcoano y a 3.10 de Armstrong y es la principal baza de los españoles en la carrera.