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FERNANDO FERNÀNDEZ El Lluís Sitjar se resiste a ser propiedad del Real Mallorca SAD. Tras una primera toma de contacto entre los copropietarios y el presidente mallorquinista Mateu Alemany, los accionistas del viejo campo de «Es Fortí» volvieron a intercambiar posturas en el transcurso de una reunión celebrada en el Poble Espanyol. El Real Mallorca, a través de su máximo mandatario, ofreció durante el mes de junio a cada copropietario un pase vitalicio para presenciar los encuentros del equipo en Son Moix o cualquier otra instalación de la que el Mallorca fuera usufructuario, a cambio de los derechos reales sobre el título de propiedad.

Tras este nuevo encuentro parece que las posturas se han clarificado. Durante la jornada de hoy, el presidente de la Asociación de Copropietarios, Miquel Contestí, tiene previsto reunirse de nuevo con Mateu Alemany para exponerle la disconforme postura de los accionistas. Existe buena voluntad por ambas partes para resolver este delicado asunto, aunque «el método no ha sido el mejor. Contentar a todos es difícil, pero me gustaría que hiciéramos un esfuerzo», señaló Contestí, quien también dejó claro que todos tienen «que hacerse cargo de que el Lluís Sitjar tiene un papel importante en la historia del Mallorca». Lo delicado en lo personal y humano de la operación hace que se retrase y que pueda complicarse.

Muchas personas parecen reacias a deshacerse de sus títulos por desconfianza a lo que pueda pasar con el viejo campo de la Plaza Barcelona, bien por motivos sentimentales o la complejidad jurídica del traspaso de bienes. «Lo que queremos es que la gente sepa lo que firma. Intentaremos que ni con Mateu Alemany ni con el Real Mallorca haya malos entendidos que puedan ir en contra de la institución o de los propietarios. Las posturas están muy claras y la sintonía es perfecta, pero hay gente que muestra posiciones muy divididas. Quiero agradecer a Mateu que haya hecho todo lo que está en sus manos», concluyó el portavoz de los copropietarios, que pese a todo, es optimista, y espera que el encuentro con el presidente aclare un poco más el futuro de una instalación que es patrimonio de la historia del club mallorquinista.