La expedición del Real Mallorca abandonó ayer Kössen. Foto: JOAN TORRES

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El Mallorca tuvo que esperar más de la cuenta para saber que nombre tiene el último obstáculo que le separa de la Liga de Campeones. Hajduk Split espera al grupo de Bernd Krauss, aunque su trayecto hacia la tercera y última ronda preliminar duró más de la cuenta. El equipo croata sólo pudo con el Ferencvaros en los penaltis (5-4). Tras empatar a cero "el mismo marcador que se registró en el partido de vuelta" y exhibir una idéntica falta de definición en la pórroga, la eliminatoria tuvo que resolverse desde el punto de penalti.

Pese al gran poder intimidador que se le atribuye a su hinchada, el Hajduk tuvo muchos problemas para hacerse con el mando del partido y la puerilidad de sus atacantes resultó alarmante. El próximo miércoles en Split se disputará la primera entrega del pulso entre el Hajduk y el Real Mallorca, mientras que la vuelta se celebrará el día 22 en Son Moix.

Nando Pons presenció en Croacia las evoluciones del partido y en las próximas horas entregará su informe a Bernd Krauss. El conjunto balear es claro favorito en la eliminatoria, aunque el pasado más reciente le aconseja moderación. Lo ocurrido hace dos temporadas ante el Molde, un equipo sin ningún tipo de cartel en Europa, sigue fresco en la memoria de un buen puñado de futbolistas, que ahora dispondrá de una oportunidad excepcional para encontrar enmienda y clasificar al conjunto balear para la máxima competición continental.

El FC Barcelona también conoció anoche el nombre de su rival en la previa de la Champions: Wisla Cracovia. El conjunto polaco, que la temporada pasada dejó fuera de la UEFA al Zaragoza, superó al Skonto y ahora intentará seguir adelante a costa del equipo azulgrana.