La División de Honor Juvenil vive un interesante pistoletazo de
salida. Balears contará, como viene siendo habitual, con dos
representantes que conocen en sus propias carnes la dureza de una
categoría cuyo nivel se ha incrementado de forma considerable a
medida que el deporte rey ha vivido una profesionalización
vertiginosa.
Real Mallorca y Playas de Calvià conforman la delegación
mallorquina entre un buen puñado de conjuntos catalanes y
valencianos. Los bermellones, que estrenan técnico en la figura de
Toni Cazorla, junto al Fútbol Club Barcelona, Valencia y Espanyol,
son los grandes favoritos al título, y entre ellos, salvo sorpresa
mayúscula, se repartirán las tres plazas que dan opción a disputar
la Copa del Rey.
En el amplio grupo de los que luchan por salvar el pellejo, el
Playas de Calvià de Tomás Gibert vuelve al grupo de escogidos con
la intención de no repetir experiencia. Para ello se ha reunido a
un grupo de garantías que el mañana, ante el Europa, afronta una de
las muchas finales que le restan para conseguir la meta ansiada por
un Grillé que en este proyecto, para el que cuenta con el apoyo de
Air Europa, ha depositado muchas ilusiones.
Del Mallorca, pocas cosas quedan por decir. El debut ante el
Valencia supone verse las caras con un rival directo. La presencia
de hombres como los mundialistas Miquel Àngel Moyà y Guillem Bauçà
otorgan solvencia al equipo. Los supervivientes respecto al pasado
curso son escasos, pero la ilusión de Cazorla y los suyos lo
supera.
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