Los jugadores del Real Mallorca entrenaron ayer por la tarde en Son
Bibiloni. Las caras de los futbolistas denotaban cansancio y
agotamiento. En definitiva era un mal día para el grupo balear
después de cosechar una derrota merecida y donde el equipo rojillo
redactó un amplio rosario de desacierto que motivó el enfado enorme
del entrenador alemán. Ayer Krauss habló por espacio de media hora
con los jugadores ya que la situación, sin ser del todo crítica, sí
está enrarecida. El equipo no dio una a derechas, como reconoció
Miquel Àngel Nadal. «Somos conscientes de que todos tenemos que
apechugar con nuestra responsabilidad y nosotros no nos exculpamos
lo más mínimo», declaró el de Manacor.
El central habló también de mirar al futuro con optimismo y
subrayó que «se pueden mirar las cosas desde el punto de vista muy
negativo o mirar hacia adelante. Tenemos tres puntos y mantenemos
vivas las opciones de continuar en la Champions. Lo importante es
aprender de los errores cometidos, hablar de ello y mejorar», dijo
Miquel. Otro de los jugadores que fue ayer requerido por la Prensa
fue Marcos Martín. El centrocampista fue también muy claro al ser
preguntado por lo ocurrido en Atenas. «Es para coger el vídeo del
encuentro, analizarlo y sacar la conclusión de que todo lo que
hicimos es lo que no hay que hacer en un partido», subrayó el
mallorquín.
El pivote del Mallorca lamentó el hecho de tener el partido
controlado y echarlo todo por la borda en un abrir y cerrar de
ojos. «Teníamos la situación bajó control y se nos fue de las
manos», dijo. Krauss habló con Marcos para preguntarle por su
estado y el futbolista comentó que físicamente está bien y que no
puede echar la culpa al cansancio para justificar un mal partido,
al menos por su parte. «Podía salir aquí y decir que estaba
destrozado pero no es así». Marcos entiende que el técnico haga
rotaciones ya que la temporada es muy larga y hay muchas
competiciones que afrontar. Por último Veljko Paunovic también fue
muy sincero: «Espero que no veamos muchas veces a un Mallorca como
el de Atenas. Recibimos dos goles y perdimos la confianza y la fe
en que podíamos remontar. No nos salía nada y a ellos todo»,
significó el serbio. «La situación será preocupante si se repite
pero si ganamos el domingo y recuperamos la confianza todo se
olvidará», apunto el centrocampista.
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