Miquel Àngel Nadal pugna en una acción del encuentro de ayer con Catanha, autor del segundo gol del Celta.

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TOMEU TERRASA, MIQUEL ALZAMORA. ENVIADOS ESPECIALES A VIGO El Mallorca perdió ayer en Balaídos, su situación en la tabla clasificatoria empieza a ser preocupante y las sensaciones no son buenas. El equipo que entrena Bernd Krauss se vio claramente perjudicado por la actuación del colegiado Antonio Jesús Gómez Nieto, que dejó sin sancionar dos claros penaltis en el área local. El primero cometido sobre «Chichi» Soler y el segundo por unas claras manos del ruso Mostovoi. Estas dos acciones hubiran podido cambiar el sino del partido, pero el conjunto balear no parece tener suerte cuando este árbitro está por medio.

El Celta, que ha empezado la temporada con fuerza, aprovechó un error defensivo de Veljko Paunovic para adelantarse en el marcador y encarrilar una nueva victoria. El gol de los de Víctor Fernández llegó al filo del descanso y significó un jarro de agua para los pupilos de Krauss. Pero no todo se quedó en eso. Leo Franco se lesionó en el transcurso del primer tiempo y en el intermedio tuvo que ser sustituido.

Al margen de los errores arbitrales, el Real Mallorca no dejó de ser un equipo ordenado, pero a la hora de generar peligro se mostró muy espeso. Su bagaje ofensivo a lo largo de los primeros cuarenta y cinco minutos de partido se redujo a un disparo de Francisco Soler desde la fronta del área grande en el minuto 11 y un remate de Fernando Niño en el minuto 17, que acabó con una buena parada de Cavallero.