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Se apellida García, y a sus diecinueve años puede ser también tildado como «El Niño». Pero Sebastián aún lucha por un puesto entre los mejores, aunque su tarjeta ha capitalizado más de una mirada en torneos de menor embergadura. El Golf de Santa Ponça es su centro de operaciones, pero los constantes viajes le hacen estar lejos de casa. Creció cerca del green y a los cuatro años ya tenía sus primeros palos, de plástico. Desde los catorce pasea el nombre de Balears por todo el país, aunque las instituciones a veces hagan oídos sordos. Eso sí, desde la Federación Española se le somete a un exhaustivo seguimiento.

No en vano, Sebastián García cuenta en su haber con algunos de los más prestigiosos trofeos a nivel de categorías inferiores. Hace dos años, obtuvo la Copa Puerta de Hierro, que defendió meses después en Santa Ponça. Pero ha sido este verano cuando las horas de entrenamiento y sacrificio han dado sus frutos. Todo empezó en Odense (Dinamarca), cuando firmó un extraordinario quinto puesto en el Campeonato de Europa absoluto. La puntilla ha sido el Campeonato de España Internacional Júnior y la Copa de Naciones, disputadas en Valencia.

La competencia es feroz, pero Sebastián aspira a ganarse la vida como profesional. «Desde hace año y medio disputo torneos por España y toda Europa, y siempre estoy entre los veinticinco primeros. La gente se va quedando com mi nombre», comenta el joven golfista, que en dos temporadas puede rendir a un nivel óptimo dentro del Circuito Europeo de la PGA, llegando a disputar los torneos de Grand Slam.

Un buen aprendizaje cara a un futuro lleno de expectativas. «Ganar un Masters o un British Open sería demasiado, pero de momento es pronto para pensar en ello. Si quieres ser bueno en esto, tienes que dedicarle mucho tiempo, y para ello trabajo entre cuatro y ocho horas diarias», señala, aunque «tengo el nivel para jugar con los profesionales, y ya lo he demostrado. Si gano algún torneo, podré participar en alguno importante, sino lo haré disputando el circuito español para ascender escalones, pero en dos años puedo estar con los mejores, si todo va bien», destacó Sebastián. El gran objetivo a corto plazo es revalidar la Copa Puerta de Hierro y poderla traer de nuevo a Mallorca, y de esta manera revitalizar un deporte que no es tan elitista como se comenta generalmente.