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1 MALLORCA B: Alberto (-), Zarandona (H), Candela (H), Viale (HH), Benjamín (-), Fredi (H), Amate (-), Morgado (H), Quique Mateo (H), Chando (H) y Riera (HH).
Cambios: Buades (H) por Benjamín, Toni González (H) por Chando y José (-) por Amate.
3 CÀDIZ: Armando (HH), Varela (-), Sambruno (H), Cortijo (H), López (H), Vía (H), Víctor García (HH), Zafra (HH), Palacios (H), Espejo (H) y Paz (H).
Cambios: Velázquez (H) por Varela, Diego (H) por Zafra y Pablo Niño (HH) por Palacios.
Àrbitro: Díaz Batista (HH). Sin problemas. Amonestó con la cartulina amarilla a los locales Benjamín, Morgado y Chando y a los visitantes Sambruno, Vía y Paz.
Incidencias: Cerca de 1.000 aficionados en las gradas del Lluís Sitjar. Algo más de medio centenar eran seguidores del Cádiz. Terreno de juego en buenas condiciones hasta que la lluvia lo encharcó.
Goles:
0-1, minuto 7, Víctor García conecta un duro disparo desde la frontal y Alberto no acierta a despejar.
0-2, minuto 58, jugada individual de Pablo Niño que resuelve con un duro disparo cruzado.
1-2, minuto 69, Morgado remata de cabeza tras una jugada de Quique Mateo por la derecha.
1-3, minuto 79, Paz dispara desde la frontal, el balón rebota en un zaguero y despista a Alberto.

Xisco Cruz
La lluvia cortocircuitó al filial y lo envió al sótano, a refugiarse de sus miserias. El equipo de Tomeu Llompart ofreció ante el Cádiz más de lo mismo y el rival, también. No basta con tocar, mimar el cuero en el círculo central y entrar bien por los flancos: la pegada es fundamental y el conjunto de Pepe Escalante se aplicó en esa teoría. Tal y como hiciera el Granada, a los gaditanos les bastó con el orden y un poco de acierto en el último remate para sacudir las bases del filial y sacar tajada (1-3).

A poco del arranque, un chaparrón dejó helado al equipo balear y el gol de Víctor García ayudó a congelar las ideas. Su zapatazo no lo vio Alberto y los mallorquines se ahogaron en sus propios defectos. Sólo las arrancadas de Riera y Quique Mateo le dieron presencia en ataque, pero en el primer acto únicamente un escorzo de Viale se acercó al gol. Chando y Morgado estaban desasistidos, porque Benjamín y Amate apenas ofrecieron fluidez. Se atascaron en el pase corto y el Cádiz fue más práctico.

La diferencia que ofrecen los equipos del sur fue palpable tras el descanso: no vienen a atacar o defender, sino a ganar. Su competitividad es extrema y Pablo Niño lo demostró en el segundo gol. Dibujó una jugada por la izquierda que acabó en la red con fortuna y un golpe de raza (minuto 58). El filial reaccionó y dispuso de varias opciones "además del gol de Morgado" para equilibrar el encuentro. No acertó en el remate y los gaditanos reaccionaron con otro golpe de fortuna. El disparo de Zafra era blando, pero el rebote lo coló en la red. La situación, algo delicada.