«No dimitiré, ni perderé la paciencia». José Domènech Riera ha
aguantado en pie uno de los golpes más duros que ha recibido desde
la Federación en los diez años que amontona al frente del Comité.
La decisión de Borrás del Barrio de readmitir a los colegiados
Félix Guerrero y Pere Adrover ha venido acompañada de una
rectificación del máximo responsable del colectivo arbitral que,
ayer reconocía haberse «equivocado», pero no de una renuncia al
cargo. «Voy a seguir porque he perdido una batalla, pero la guerra
continúa».
Domènech se aferra a la presidencia porque «sigo teniendo
ilusión y sólo me marcharé si me lo pide el presidente "en
referencia a Borrás". Sé que tengo un grano que me tengo que quitar
y me lo quitaré». El mandatario subrayó que «la Federación ha hecho
lo correcto, porque yo me he equivocado. Me precipité, pero esto no
va a quedar aquí». Domènech Riera anunció que hoy entrarán en la
FBF cuatro expedientes para que el Comité de Competición los
estudie y «se aplicará el reglamento porque creo que deben ser
sancionados. Sigo pensando lo mismo que antes, pero ahora actuaré
por otras vías», destacaba.
La máxima referencia en el Comité, interrogado sobre la denuncia
de la oposición, que aportaba un informe en el que sobraban cuatro
millones anuales procedentes de las tasas arbitrales que abonaban
los clubes, aseguró que «se equivocan, porque sobran más de cuatro
millones. Asciende a ocho o nueve cada temporada, porque nosotros
tenemos que pagar los gastos que existen en el Comité. Tenemos a
dos personas aseguradas, pagamos luz y la Federación no nos cubre
ningún gasto». Sobre su hipotético sueldo, Domènech explicó que
«eso es absurdo. Yo no puedo cobrar y por eso no hemos contestado,
ni contestaremos al requerimiento notarial. Es una tontería».
Otro de los focos de la polémica ha sido la cuota de
colegiación, considerada abusiva por ciertos colegiados del Comité:
«Pagan lo mismo que hace cuatro años y la única diferencia es que
ahora es obligatorio. Está aprobado por la Federación». Domènech
también quiso puntualizar que «es algo habitual que tache el nombre
de un árbitro en la hoja de designaciones porque primero hago un
borrador y luego surgen problemas. A veces uno no puede ir a un
sitio determinado porque no tiene coche, trabaja u otro motivo», en
alusión a la hoja en la que el nombre de Albiol "opositor a la
gestión de Domènech" era corregido en una designación. «En su caso
fue porque ya había pitado dos partidos y, además, aproveché para
premiar a Cañellas Capellà, que se despedía porque se marcha a
estudiar a Madrid», agregaba el mandatario.
El presidente del Comité desmintió que exista una captación de
firmar en el colegio para apoyar la expulsión de Guerrero y Adrover
y apuntó que «Munar está engañado». Por último, Domènech admitió
que «hay 10 o 15 árbitros que no comulgan con mis ideas, pero no
dicen nada y siguen pitando. La voz cantante la llevan dos, pero no
me preocupa. ¿Por qué no se quejaban antes, cuando estaban en una
categoría superior?, concluía el presidente.
El último foco de la polémica reside en la carta que ha recibido
Martorell Coll en la que el Comité Balear de Arbitros no acepta su
colegiación por no superar las pruebas físicas y médicas. Sin
embargo, el trencilla ha presentado una carta sellada por el propio
Comité asegurando que el colegiado es apto para el arbitraje por
haber superado las pruebas médicas. Posteriormente, el árbitro no
pudo superar las físicas porque se encontraba de baja, algo que
conocía el Comité. José Domènech destacaba ayer que «uno de esos
siete que reclaman, porque son siete "recalcaba" no tiene las
pruebas médicas superadas, por lo que no podrá arbitrar esta
temporada».
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