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La Federación Balear de Fútbol (FBF) reconoció ayer «irregularidades» en el plan general contable que se aplicaba en el Comité Balear de Àrbitros en el ejercicio 1998. Borrás del Barrio convocó ayer a los medios para «defender la honorabilidad» de Xisco García "contable del Comité", para explicar que la auditoría no revela «desviaciones económicas» y para subrayar su confianza en la gestión de Domènech Riera: «No destituiré a nadie y, en caso de que dimitiera, que nadie piense que voy a convocar elecciones».

El presidente de la balear abrió la comparecencia ante los periodistas asegurando que «los números del Comité están controlados» y extrañado de que, un hecho que se produjo en 1998, se desvele ahora: «Ese año hubo una denuncia contra el Comité y encargamos una auditoría. En esa revisión contable se especifica que el Plan General de Contabilidad se debería adaptar al de federaciones deportivas vigente desde 1994 y ese ha sido el error, una irregularidad en el PGC, que yo considero leve». Borrás incidía en que «sólo hay una defectuosa aplicación del Plan General Contable y, si en el 98 hubiera considerado muy grave este error, le hubiera pedido a Xisco García que presentara su renuncia. Todo se ha inflado», destacaba.

El presidente de la FBF significó que «en la revisión contable se destaca que no figura personal, ni NIF, ni libro de altas, y es porque todo está registrado en la Federación. Simplemente. Yo entregué esa auditoría a la junta directiva y a la Direcció General d'Esports, por lo que todos estábamos al corriente». Respecto a la denuncia de los opositores a Domènech, que elaboraron un informe que desvelaba que el Comité ganaba más de cuatro millones de pesetas en concepto de tasas de los clubes de Tercera, Borrás explicó que «ese informe es erróneo porque el beneficio es mayor y gracias a ese superávit se mantiene el déficit que existe en el fútbol base. Hay que tener en cuenta que el Comité se autofinancia».

El mandatario federativo quiso destacar que «he realizado varias encuestas en el Comité y siempre hay un 90% de colegiados que apoyan la gestión de Domènech. Debemos analizar quién provoca todos ésto; es un problema y lo debo asumir, pero no lo veo positivo y no les entiendo». Fue entonces cuando entró en escena Xisco García. El contable, interrogado sobre su posible renuncia al cargo y sobre el estado actual del Comité, significó que «no se puede trabajar de esta forma, yo no puedo continuar así. Hasta hace dos años todas las noticias que afectaban al Comité eran positivas y desde entonces todo ha cambiado. No se puede trabajar así y mi continuidad dependerá de las decisiones que se adopten en breve». García habló sobre la revisión contable y aseguró que «sólo existe un error de concepto» y subrayó que «hay personas que están ensuciando el colectivo arbitral», concluyó visiblemente enojado el hasta ahora contable del Comité Balear de Arbitros.