El oro se lo llevaba Rasa Polikeviciute al imponerse en el
esprint de las tres. Invirtió 3 horas, 12 minutos y 65 segundos,
mismo tiempo que su compatriota y lanzadora en esta ocasión Edita
Pucinskaite, vencedora hace un par de años y la mencionada Longo
que, si lo deja, pone un broche de bronce a su impresionante
carrera. La carrera comenzó prácticamente a falta de dos vueltas
para el final y era la «incombustible» Jeannie Longo la que daba un
tirón y por algunos momentos quedaba sola en carrera. Poco después
se le unieron una docena de corredoras más entre ellas ilustres
como las lituanas Diana Ziliute y Edita Pucinskaite y la italiana
Alessandra Cappellotto que saben lo que es ganar un mundial.
Un grupo que se fue reduciendo a medida que se acercaba la línea
de meta y del que el peso era para la francesa Longo, pues ninguna
de sus compañeras de aventura entraba en los relevos. Fue a falta
de media docena de kilómetros cuando se rompió ese grupo, pues las
lituanas Polikeviciute y Pucinskaite vieron flaquear a la poderosa
Longo y dieron un acelerón al que respondía la francesa echando
mano de la reserva. Abrieron hueco en un abrir y cerrar de ojos y
optaron por no bajar el ritmo durante algunos momentos, aunque las
lituanas a medida que se acercaba la meta, conocedoras de una
ventaja suficiente para disputar la victoria, hacían lo justo en
los relevos y así castigar un poco más a Longo. La táctica les dio
resultados, pues en el tramo final, en los metros finales superaban
a la francesa en un esprint largo en el cual se imponía Rasa
Polikeviciute seguida de su compatriota Pucinskaite. Longo era
tercera.
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