Rafael Parrado CORIA
El Mallorca B no levanta cabeza. Ayer volvió a caer derrotado, esta vez ante el Coria, equipo que tan sólo contaba con una victoria en toda la temporada, igual que el filial rojillo. Los isleños perdieron el partido en la primera mitad, con unos primeros cuarenta y cinco minutos mediocres, y con un equipo local inspirado, y que tuvo ocasiones suficientes como para decidir el partido. Tras la reanudación, la decoración cambió y el cuadro balear que dirige el técnico Tomeu Llompart tuvo sus opciones para empatar, pero la falta de definición fue su tumba y acabó cediendo una nueva derrota en el presente curso de Liga.
En la primera mitad el Mallorca estuvo muy flojo en todas sus líneas. Con un equipo demasiado arrinconado en posiciones de defensa, no tuvo ni la soltura ni la frescura necesaria como para salir con garantías al contraataque y buscar la portería del conjunto sevillano. El filial rojillo salió con poca concentración y esto lo supo aprovechar, muy bien, el Coria, que también tenía urgencias y necesitaba la victoria de forma perentoria.
El conjunto sevillano, sin hacer un juego extraordinario sí que jugó lo suficiente como para llevarse una buena renta en el descanso. Al cuarto de hora tuvo la primera oportunidad. El local Zafra, de fuerte disparo está a punto de inaugurar el marcador, pero su remate sale fuera. Antes de la media hora, Benítez, de falta directa, está a punto de batir a Miquel Àngel Moyà, pero el esférico sale rozando el larguero. El Mallorca B no estaba haciendo nada en ataque, salvo algún intento de salir al contraataque, que no llevaba demasiado peligro al área andaluza. El gol local tenía que llegar, y llegó. Un pase en profundidad de Benítez lo aprovecha Ulises para internarse en el área y centrar para que Zafra consiga el uno a cero. Era el justo premio a lo que se estaba viendo sobre el terreno de juego.
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