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Joan Llaneras se ha atrincherado en su casa de Girona. El mejor ciclista mallorquín de todos los tiempos -hasta el propio Guillermo Timoner ha manifestado en alguna ocasión que sus tiempos no son comparables- no ha encajado bien el resultado «no negativo» de los análisis tras los Mundiales de Amberes. Llaneras se impacienta a la espera del contranálisis y el seleccionador español de pista Toni Cerdá rompe una lanza en favor del ciclista isleño. El castigo (hasta dos años de sanción) puede terminar con la carrera del oro olímpico en Sidney.

Joan Llaneras no quiere despedirse del deporte de la bicicleta con esta mancha en su curriculum. Lo cierto es que si el contranálisis no refrenda un error en el positivo por EPO que anunció la UCI (Unión Ciclista Internacional) hace unos días, la carrera del ciclista mallorquín puede haber vivido su último capítulo. El reglamento antidoping de la UCI expone con claridad que la sanción a aplicar es de dos años, que podrían verse reducidos hasta seis meses si pudiera demostrarse que el corredor no actuó con mala fe. Una sanción de dos años supondría el adiós del mallorquín, ya que cuenta con 32 años de edad.

Joan Llaneras no se resigna a abandonar. Seguro que todo se debe a un error y que su caso será igual al de Bo Hamburger, al que le levantaron la sanción, el ciclista mallorquín sigue luchando y espera que el trabajo de sus abogados le devuelva a la pista.

Mientras que no se den a conocer los resultados del contranálisis, Joan Llaneras no quiere dejarse ver. El corredor isleño ha desconectado su móvil y mantiene el contacto con el exterior a través de sus familiares más cercanos. El mejor triunfo de Llaneras puede llegar en los despachos.