Los presidentes de las federaciones deportivas, junto a Joana Maria Petrus y Fernanda Caro. Foto: J.M.

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Si Balears acumula éxitos deportivos de forma constante y reiterada es merced al gran trabajo que desde la base vienen realizando clubes e instituciones. Todo ello no sería posible sin una pieza básica en el organigrama deportivo: las federaciones. Éstas hacen las veces de intermediarias y cómplices de nuestros incontables campeones, y el auge de los adscritos a las mismas hace pensar que las Islas no se quedan rezagadas.

Es el deporte rey el que más masa humana atrae, y a la vez, esta circunstancia queda reflejada en el número de futbolistas federados existentes en Balears, que registra un porcentaje de equipos por habitante que puede hacer pensar en saturación. La influencia del Real Mallorca y la trascendencia social del fútbol ha arrastrado a su vez al hermano menor. Y es que el fútbol sala suma incondicionales con la multiplicación de instalaciones. A mucha distancia se sitúa la segunda gran modalidad. El baloncesto no pierde comba, es más, el contar con proyectos de embergadura a nivel nacional sirve de estímulo para un deporte sin referente durante un corto espacio de tiempo.

Golf, petanca y caza, especialidades más de recreo, pero que también han dado alegrías al archipiélago, superan las cinco mil fichas, desbancando a otras prácticas que a nivel de competiciones internacionales o tradición en Balears, ocupan un lugar preeminente, caso de la vela, la natación, el atletismo o el tenis. Las Pitiusas son potencia y gran fortín del bádminton. Las artes marciales acumulan en conjunto una cifra que las sitúa como una potencia, fiel reflejo de los resultados obtenidos por sus practicantes. Pero si a nivel de victorias hay uno que pasa por encima del resto es el ciclismo, sin desmerecer a un grupo en el que el piragüismo, cada vez más en auge, la gimnasia y el patinaje, también acumulan un porcentaje elevado de adeptos.

Entre los deportes más minoritarios, el arte trasladado a las piscinas "sincronizada y saltos", además de especialidades con más tradición lejos de nuestras fronteras o tildadas como elitistas, se enmarcan en el esta escala. Disciplinas arraigadas y con historia, caso del tiro con honda, el trote o la pelota, tienen su rincón, aunque esta última no cuenta con fichas en Menorca, Eivissa y Formentera, huérfanas en algunos campos. El hecho diferencial insular se hace notar, aunque se debe contar con el elevado número de deportistas que forman parte de los programas de tecnificación de la Escola Balear de l'Esport, centralizados en la mayor de las Balears.