Fernando Fernández13/01/02 0:00
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Con un clima casi primaveral, el Inter de Milán echó el cerrojazo a su estancia en Mallorca, partiendo en la tarde de ayer hacia tierras transalpinas Héctor Cúper y su séquito, que contaron con el apoyo incondicional del propietario de la entidad, Massimo Moratti. El preparador de Chabas, cuya escuadra afronta esta tarde un vital compromiso liguero ante el Perugia, quiso reiterar lo extraordinario de las instalaciones de la Ciudad Deportiva Antonio Asensio. Mucho ha variado su fisonomía desde que Cúper dejara el banquillo del Real Mallorca, aunque para Héctor «sigue siendo un lugar ideal para trabajar. Los campos son excelentes y mis hombres han trabajado con entusiasmo e intensidad, muy a gusto. Sólo espero que este trabajo nos sea beneficioso con el paso del tiempo, pero para ello debemos mantener la regularidad», comentó.

A la hora de valorar la posiblidad de regresar o incluso realizar un stage de pretemporada en los terrenos de Son Bibiloni, Héctor Cúper fue tajante al afirmar que esta visita «se ha debido a una emergencia. No podíamos continuar entrenando en lugares nada convenientes. A mí, el sol no me interesa, lo que quiero es un buen campo, y aquí me lo ofrecían», recalcó.

Cuestionado sobre la cita que el Valencia, su otro ex equipo en España, afronta ante el Real Madrid, y más concretamente sobre la solución que desarrollaría para frenar a la gran estrella blanca, Zinedine Zidane, el preparador argentino quiso bromerar afirmado que «para parar a Zidane, directamente lo secuestro. Uno siempre sueña con hallar la táctica para neutralizarles. Jugadores como éstos y partidos como el que disputará el Valencia hacen que vivas el fútbol con intensidad, como todo en la vida», sentenció el de Santa Fe.

Sobre el posible interés del Inter por Iván Campo y David Beckham, Cúper mostró un total desconocimiento, pese a que en las últimas jornadas se han alimentado rumores que sitúan al donostiarra nuevamente a sus órdenes. Prudente como él sólo, Héctor Raúl Cúper confesó no haber hecho las cuentas, no preocupándole el número de puntos que necesitarían los milaneses para recuperar el tan perseguido Scudetto.