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El Circuito de Llucmajor ha cambiado de manos y los nuevos propietarios "tres empresas alemanas" han hecho disparar la alarma en la Federación Balear de motociclismo. La actual dirección exige el pago de cantidades astronómicas para su utilización y pruebas como el Campeonato de Baleares de velocidad corren peligro. Mientras continúan las negociaciones, y el motor balear pide la ayuda de las instituciones, ya se plantea la posibilidad de organizar las competiciones isleñas en la península.

El pasado mes de diciembre José Campomar vendía el Circuito de Llucmajor a tres empresas germanas. Representantes de la Balear de motociclismo se pusieron en contacto con los nuevos inquilinos y en una primera reunión éstos les facilitaron el acceso al Circuito. Días después la nueva propiedad exigía 5.000 euros (831.700 pesetas) para ceder el uso de la instalación de Llucmajor en cada prueba. Para la primera prueba del Campeonato de Baleares, el Trofeo Sant Sebastià, los organizadores consiguieron que rebajaran la cifra hasta los 2.000 euros (332.680 pesetas), pero el motociclismo balear no puede permitirse estos precios.

El vicepresidente de la Federación Balear de motociclismo, Pep Quetglas, manifestó ayer que la intención del organismo federativo es conseguir que se realicen las seis pruebas que restarían por disputarse del Campeonato de Baleares en el Circuito de Llucmajor aunque aseguró que no podrían hacerse cargo de tanto gasto y por eso ya han comenzado a estudiar otras opciones. La Balear se plantea incluso celebrar el Campeonato de Baleares en el Circuito de Albacete, instalación mejor preparada que la mallorquina y cuyo precio de utilización es de 278.000 pesetas.

Pep Quetglas considera que esta nueva situación perjudica al motociclismo balear y pide que las instituciones se involucren para poner remedio. El vicepresidente considera necesario que negocien con la nueva propiedad o que se plantee la posibilidad de construir una nueva instalación.