Con la mochila cargada de urgencias y con poco margen para el
error, el Mallorca recibe al Barça más recio de la temporada. El
equipo de Kresic sigue instalado en el sótano de la Liga y sus
recursos se han limitado con la misma celeridad con la que su
crédito se ha ido agotando. Las derrotas han erosionado su
ascensión y el conjunto azulgrana llega con el liderato entre ceja
y ceja. Será el partido de las dos vías, el de los objetivos
antagónicos; el partido de las necesidades (Son Moix, 20.30 horas,
PPV).
Rexach rezuma optimismo y el discurso de Kresic destila
preocupación. El encuentro cruza a dos equipos que circulan por
caminos distintos y a dos técnicos que viven permanentemente sobre
un alambre. Sólo los triunfos y los errores de sus rivales han
aliviado en cierta medida el tránsito catalán por la competición
doméstica, pero una derrota en Ciutat les devolvería nuevamente al
círculo vicioso. Mientras, el grupo balear ha pasado de la gloria a
la miseria en apenas cuatro jornadas; después de golear a Athlétic
de Bilbao y Deportivo Alavés, Celta y Villarreal han devuelto a los
rojillos a los orígenes. Anclado en una zona tan delicada como
incierta, el Mallorca busca enmienda ante el mejor rival posible,
un Barça en progresión.
Ibazaga debe ser la gran referencia bermellona. Después de
disputar algunos minutos en los últimos encuentros, el
centrocampista argentino podría estar de inicio en la banda
izquierda, a pesar de que las molestias que arrastra Vicente
Engonga le pueden dejar un hueco en el círculo central. Kresic
ensayó ayer a puerta cerrada y todo indica que probará con Ibagaza
por el flanco izquierdo; Cristian Díaz o Paunovic con el resto de
alternativas. El Mallorca confía en sacar petróleo del buen momento
de Luque (que no ha sido citado por Camacho) y de Losada, que
convierte en oro todo lo que toca. Los insulares andan con
problemas en defensa y el centro del campo está asfixiado, por lo
que recuperar a Novo y Campano es esencial.
El Barça ha dejado en la Ciudad Condal a Overmars, pero llega
con un plantel minado de talento. Después de agujerear al Tenerife
en el Heliodoro Rodríguez López, el equipo azulgrana mostró su
imagen más simple ante la Real Sociedad, pero sumó y se ha acercado
a la cumbre. Después de aguantar innumerables crisis deportivas y
sociales, el conjunto azulgrana se mueve ahora por la senda del
éxito y no renuncia a nada. Desde su entorno se ha generado un gran
optimismo y acuden a la cita con el Mallorca con una sonrisa en los
labios. Los precedentes en Son Moix son favorables al conjunto
mallorquinista, pero en la primera vuelta el conjunto que dirigía
Krauss sufrió un serio correctivo en el Nou Camp. Es un partido de
contrastes, ideal para reciclarse.
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