El seleccionador español, José Antonio Camacho, ha remarcado,
sin embargo, que no le importa tanto el resultado que obtenga
contra Portugal, sino que su principal interés es llevar a cabo
varias pruebas para ver cómo responden los jugadores ante posibles
variaciones en el Mundial. Uno de esos experimentos anunciados de
antemano es el colocar al barcelonista Carles Puyol como central,
en lugar de su posición habitual como lateral derecho, ante la
posibilidad de que deba utilizarle en esa demarcación en el caso de
una hipotética lesión en el Mundial, como sucede ahora con la baja
del madridista Fernando Hierro.
La otra prueba será observar cómo se desenvuelven ante una
potente y experimentada selección como la lusa algunos jugadores
muy jóvenes que podrían tener sus oportunidades en el Mundial, como
el barcelonista Xavi Hernández, el bético Joaquín Sánchez o el
valencianista Vicente Rodríguez.
Xavi y Vicente ya han disputado esporádicamente algún partido
con la selección española absoluta, mientras que Joaquín ha sido
convocado por primera vez. Pese a ese planteamiento experimental de
Camacho, el seleccionador ha retado a los jugadores que ha
convocado a que demuestren sus cualidades, ya que ha subrayado que
a la cita mundialista irán los mejores jugadores de que disponga y
que «todos se están jugando estar en el Mundial, que es la máxima
aspiración de un jugador».
Por lo que respecta a Portugal, el morbo estará en el
reencuentro de Luis Figo con el público catalán después de la
fractura que abrió su marcha desde el Barcelona al Madrid. Desde
entonces, Figo ha jugado un traumático partido en el Camp Nou y
otros sin presión en Montjuic.
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