Los filiales de Sevilla y Mallorca ofrecen un tedioso espectáculo

Àrea 11 SEVILLA
El Mallorca B arrancó un punto en su visita a Sevilla en un partido en el que el conjunto bermellón jugó en inferioridad numérica desde el minuto treinta y seis por la expulsión de Julio.

A pesar de esto, el cuadro local no fue capaz de aprovecharse de la ventaja y se vio incapaz de generar jugadas de peligro ante la meta defendida por Alberto. El Mallorca B tampoco hizo nada en ataque y se limitó a defenderse con orden y a evitar que el Sevilla B le complicase la vida. Consiguió su propósito, pero los baleares siguen en una situación delicada. Suman ya siete jornadas sin ganar.

El partido fue pésimo y aburrido. Ambos conjuntos podían haber jugado tres días y, probablemente, no hubieran marcado un gol. Con decir que en los noventa minutos de partido no hubo ni una jugada de peligro real en ninguna de las dos porterías está todo dicho. El juego se desarrolló en la parte ancha del campo, pero sin criterio, y sin ningún objetivo, más allá de evitar que el contrario tuviese opciones de gol.

El conjunto de Tomeu Llompart salió con la idea de apuntalar la zona ancha, presionar y no dejar respirar al cuadro sevillano. El objetivo le salió bien, porque el Sevilla B no tuvo ocasiones claras de gol en ningún momento. Pero a cambio de esto, olvidó jugar de cara a la portería rival. El Sevilla B tampoco ofrecía demasiado más. De vez en cuando alguna escaramuza o alguna intención atacante, pero poco más.