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EUROPA PRESS. Málaga y Mallorca, en un pésimo partido de fútbol, se hicieron cada uno con un punto, que ni colma las aspiraciones europeas de los andaluces, ni libera a los baleares de su presión por salir de la parte baja de la clasificación. En un partido plano, en el que los dos equipos finalizaron con diez jugadores por las expulsiones de Engonga (min. 67) y Fernando Sanz (min. 77), el Málaga desaprovechó el pinchazo del Athletic, hasta hoy séptimo, para ocupar una plaza en la próxima edición de la Copa de la UEFA.

No tuvo grandes ocasiones el Málaga para ganar y tampoco expuso demasiado el Mallorca, que dio el punto por bueno al ver que los resultados de la jornada le eran favorables y que pudo llevarse el partido si Etoo hubiera acertado a marcar en el descuento, con todo a su favor. El Málaga se alejó de su sueño europeo. Peiró planteó el partido con un solo punta, Dely Valdés, para hacer frente a la pobladísima defensa de los mallorquines. Aunque quien dio primero fue el Mallorca. Luque y Etoo se movían con libertad en la frontal del área y eran todo un quebradero de cabeza para Litos y Sanz. El balón le duró al Mallorca 15 minutos, los que tardó el equipo local en crear su ocasión más clara de peligro, que Dely no acertó a remachar. El Málaga comenzó a tocar, pero sin precisión ni verticalidad. Las bandas estaban vacías y el Mallorca no tuvo excesivos problemas para despachar las tímidas intentonas costasoleñas. Zárate, a la media hora, vio cómo Leo Franco mandaba a córner un balón intencionado desde la frontal. Los de Kresic inquietaron a Contreras cinco minutos después, pero el saque de esquina, tras rondar el área pequeña, no halló rematador.

El partido concluyó dormido, tal y como se desarrolló hasta que Litos, en el 60, reclamó penalti por presunto agarrón de Engonga, que acababa de entrar en el campo. La pitada del graderío debió nublar al mediocentro, que en sólo doce minutos vio dos amarillas y dejó a su equipo con un hombre menos. El Málaga lo intentaba sin orden. Sólo la salida del escurridizo Manu planteó problemas por la banda derecha, hasta que los baleares mostraron sus cartas: la rapidez de Luque y Etoo. El ariete español forzó la expulsión de Fernando Sanz en la frontal del área, cuando ya encaraba a Contreras.