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Tomeu Llompart sabe cómo sacar el mejor partido a su equipo y por este motivo ha variado el sistema y confiado en el 4"4"2 al que tan habituado está el equipo desde hace cuatro temporadas. Ha sido necesario mucho tiempo para que los responsables viesen que con el sistema de Kresic no se sacaba el máximo rendimiento a este grupo de jugadores y ayer mismo fue Miquel Soler quien echó mano de la realidad para indicar que con el dibujo anterior, el equipo estaba semiencorsetado y esto suponía la incapacidad total, entre otras cosas, para remontar un marcador adverso. El «Nanu» explicó que «el anterior sistema era muy adecuado para buscar el cero a cero y con tres centrales el medio campo estaba despoblado», dijo.

«En el Mallorca siempre nos habíamos distinguido por jugar un 4-4-2 con Héctor Cúper, o el 4-2-3-1 empleado por Fernando Vázquez y Luis Aragonés, con algunas variaciones puntuales», comentó. «Con los cinco defensas de Kresic nuestro centro del campo siempre estaba descompensado, los rivales nos dominaban y sólo teníamos superioridad cuando jugábamos cerca de nuestra área», añadió Soler. Ahora, con el sistema más familiar, el equipo se muestra más seguro de si mismo y, como quedó demostrado en Madrid, los jugadores asimilan más y mejor el trabajo que tienen que desarrollar sobre el terreno de juego.

Por otra parte, y desde el punto de vista puramente deportivo, el equipo entrenará a partir de hoy a puerta cerrada y en esta ocasión lo hará en la tarde noche en el estadio de Son Moix. A excepción de Javier Olaizola, sancionado por acumulación de amonestaciones, el técnico mallorquinista dispone de la totalidad de sus jugadores para afrontar el compromiso ante el Valladolid. Todo indica que Alejandro Campano sustituirá al defensa vasco en el lateral derecho mientras que el resto del equipo será, en principio, el mismo que empató a cero contra el Real Madrid.

Respecto a las medidas de seguridad, estas serán incrementadas con vistas al choque contra el conjunto pucelano. Un portavoz del conjunto balear significó a la agencia Efe que esperan el resultado de las reuniones que se están celebrando en Madrid entre representantes de los clubes y de la fuerzas de seguridad para conocer los planes de prevención que se adoptarán el sábado. «Son Moix, ni el Luis Sitjar en otros años, son campos conflictivos, pero debido a los preocupantes brotes de violencia detectados en algunos recintos, es mucho mejor prevenir que después lamentar situaciones no deseadas», dijo el portavoz.

A excepción de un reducido grupo de ultras situados en uno de los fondos, el resto de la afición del Real Mallorca ha tenido y tiene un comportamiento ejemplar y sólo se ve enturbiado por un grupo reducido de hinchas que, ayudados por un megáfono, insultan a representantes de medios de comunicación, árbitros y rivales. Esta circunstancia en años anteriores ya le ha costado al Mallorca quedar mal con algún club, pero para nada se evita que este pequeño nucleo conflictivo desaparezca completamente del círculo mallorquinista. Ahora, sin embargo, las sanciones a clubes y a los propios supuestos aficionados conflictivos serán mucho más duras ya que los incidentes de estas últimas semanas han encendido todas las alarmas.