Nadal y Puyol, en un coche del campo de golf de las instalaciones de Montecastillo.

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TOMEU TERRASA - SEBASTIÀ AMENGUAL
ENVIADOS ESPECIALES A JEREZ
La historia tiene un hueco reservado a Nadal entre los mejores del balompié español. Su tercera cita mundialista es una cifra a la que sólo un reducido club de elegidos ha podido acceder. El paso del de Manacor por el Mallorca ha resultado provechoso para una trayectoria ejemplar.

En una entrevista, que publica hoy de forma íntegra Ultima Hora en su edición de papel, Miquel Angel Nadal asegura que «Pasan cuatro años entre cada una de estas convocatorias y esta vez, a medida que ha pasado el tiempo, verme aquí tras Estados Unidos y Francia no lo pensaba ni podía imaginarlo. El objetivo tras Francia no era volver, sino seguir trabajando con la misma filosofía, y si se contaba conmigo, pues estar a disposición del seleccionador cuando lo creyera oportuno, siempre debiéndome a mi club. Esto es un premio por el buen rendimiento, y tras no estar en la Eurocopa, no lo esperaba, por lo que el Mundial no entraba en mis planes». «Al fichar por el Mallorca tenía claro que debía demostrar que estaba a un buen nivel, y si salía la oportunidad, volver a entrar en las convocatorias de la selección absoluta, pero tras dejar el Barcelona, había perdido un poco la esperanza de volver a vestir la camiseta nacional. Al volverme a llamar, sin caer en la proximidad del Mundial, seguí pensando únicamente en el Mallorca, pero pasaba el tiempo y la posibilidad tomaba forma cada vez más».