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T.TERRASA / J.TORRES Durante las 48 horas que el propietario del Real Mallorca, Asensio Mosbah, estuvo en cosas no tuvo ni un minuto para reunir a los jugadores y conversar con ellos en torno a los retos marcados para la próxima temporada y ni mucho menos les informó sobre cuándo van a cobrar lo que todavía se les adeuda de la pasada temporada. En la concentración y en especial entre los futbolistas reina un clima muy agradable y que en según que ocasiones roza lo extraordinario. La convivencia es muy buena pero es innegable que existe inquietud en el seno de la plantilla por la posición distante que ha tomado la propiedad para con el grupo de futbolistas.

ENVIADOS ESPECIALES A KÖSSEN

Esta actitud, unida a los problemas económicos por los que atraviesa la entidad y que le han impedido hacer frente a los pagos a los futbolistas son una mancha negra en esta primera semana de concentración en tierras austríacas. Como ya informó Ultima Hora antes de que acabara la temporada, el club no podía pagar a los futbolistas hasta final del mes de julio. Pues bien, ahora se está llegando a esta fecha y todavía ningún futbolista sabe a ciencia cierta cuándo podrá percibir las cantidades que por contrato le pertenecen.

No obstante, todos ellos confían en el club y creen que antes de que termine el mes van a percibir estas cantidades y por ahí están más o menos tranquilos. El problema será si algún futbolista denuncia al club por impago si esta circunstancia se prorroga al mes de agosto. A los futbolistas les hubiera gustado escuchar en voz del propietario algún dato que pudiera ayudar a aumentar la tranquilidad pero nada más lejos de la realidad. El distanciamiento es total y absoluto y quien más quien menos está preocupado precisamente por esa falta de noticias sobre un tema que les repercute muy directamente. El club guarda silencio y asegura que antes de final de mes pagará todo lo que debe.