Albert Luque y Leo Biagini, tras él. Foto: TOMÁS MONSERRAT

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El Real Mallorca ha movido ficha estas últimas horas y ante el distanciamiento que existe entre el Deportivo y Albert Luque intenta abrir una nueva vía de negociación para que el jugador catalán recale en el club coruñés. La entidad mallorquinista ha solicitado la cesión de Walter Pandiani en una jugada casi maestra y que supondría un beneficio para todas las partes.

Primero, Luque podría irse a Galicia y tendría menos competencia a la hora de hacerse con un hueco en el equipo titular. Segundo, se haría con los servicios de un enorme jugador como es el delantero italouruguayo del Deportivo. Tercero, se evitaría adquirir en propiedad al Turu Flores, que inicialmente está incluido en la operación, por lo que facilitaría a Lendoiro que pudiera vender por una alta cantidad al futbolista argentino y no meterlo como moneda de cambio. Sin Pandiani en el Dépor, Albert Luque tendría más opciones de desbancar a Makaay o incluso a Tristán y poder cobrar el dinero que pide y que el Deportivo le está dispuesto a pagar pero por incentivos.

Augusto César Lendoiro ve con muy buenos ojos que esta transacción se lleve a cabo pero se encuentra con un inconveniente, la opinión de Jabo Irureta. El técnico de Riazor es un enamorado de Pandiani y convencerle de que lo mejor para su club es desprenderse de él como mínimo por una temporada va a ser difícil. El Real Mallorca está poniendo todo de su parte para que Albert recale en Galicia pero se está encontrando con muchas dificultades debido a la posición que ha tomado el padre del futbolista, Rafael Luque, que exige mucho dinero, tanto, que la entidad blanquiazul no puede pagarle ya que supera incluso el tope salarial que abona el conjunto gallego a sus estrellas.

El Mallorca necesita hacer efectivo este traspaso para equilibrar sus cuentas. Cabe recordar que estos últimos dos años sólo se ha vendido a un jugador, Finidi George, y ahora es imprescindible llevar a cabo una nueva operación de estas características. Con todas estas operaciones en marcha, el vestuario del Real Mallorca sólo piensa en fútbol y sólo piensa en el Valencia. La cuenta atrás ha empezado y el Valencia es, hoy por hoy, la principal preocupación del grueso de la plantilla que dirige Gregorio Manzano.

El ambiente, por no enturbiarlo, ya no lo enturbia ni la situación de Albert Luque que después de tanto tiempo en los papeles ha perdido la condición de ser un tema de interés general dentro de la caseta. Inquietud por conocer cómo terminará la historia es cierto que la hay, pero a falta de tan poco para que de inicio la Liga, lo más importante es empezar ganando. «Pensamos en el Valencia, sólo en el partido. Si Luque se queda será bueno para el equipo y si se va nos alegraremos por él, pero en lo que realmente estamos centrados es en el rival del domingo y en ganar», así de claro se expresó ayer Ariel «Caño» Ibagaza en su comparecencia pública ante los medios de comunicación.

Los jugadores saben de qué manera la pasada temporada empezaron a complicarse la vida. Todo empezó en la primera jornada, con Las Palmas como rival y con una derrota para abrir boca. Este año esto no puede suceder, entre otras cosas, porque el plantel es muy consciente del nivel de implicación que existe en estos momentos con el aficionado. La masa social está volcada y lo demuestra el número de abonados que han pasado por Son Moix.