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Si uno echa un vistazo a la lista de inscritos de cualquier acontecimiento deportivo importante, le resulta sencillo toparse con algún atleta mallorquín. La Isla se ha convertido en una cantera inagotable de jóvenes talentos en muchas modalidades, incluido el waterpolo. Mallorca apenas cuenta con equipos suficientes para organizar una Liga, pero ha visto nacer a la mejor jugadora española y segunda mejor jugadora y goleadora del Europeo, Blanca Gil.

Blanca Gil Sorlí (Palma, 1983) comenzó a practicar la natación cuando apenas contaba con cuatro años de edad. Con diez entró en el equipo de competición de La Salle, pero los entrenamientos se le hacían demasiado pesados. Su hermano practicaba el waterpolo en el Ciutat de Palma e ingresó en el equipo femenino. El waterpolo sólo era un hobbie, pero comenzó a entrenar con los chicos y su nivel creció considerablemente. El Ciutat de Palma se inscribió en el Campeonato de España para tratar de ascender a Primera, y Blanca Gil comenzó a evidenciar que su waterpolo era de otro nivel. Se llevó el título a la mejor jugadora nacional, aunque apenas tuvo ninguna repercusión más.

Antonio Aparicio, seleccionador del equipo español masculino, se desplazó a Mallorca en busca de jóvenes talentos. Vio entrenar a Blanca con los chicos y «se me acercó "relata la deportista mallorquina" y me dijo que le parecía que tenía buen nivel. Que debería ir a hacer unas pruebas a Barcelona». Blanca hizo las maletas y pasó las pruebas. Mar Sanroman, la entrenadora de la selección catalana y una de las figuras más representativas del waterpolo femenino nacional, le hizo una propuesta que la mallorquina no rechazó.