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El sino del Drac Inca ha cambiado de forma radical desde la irrupción de Xavi Sastre en un vestuario que ha cambiado su rostro en poco más de dos meses. El legado de Samaniego -ocho derrotas y un equipo hundido- es parte de un pasado oscuro que no tiene nada que ver con la evolución que el grupo inquense ha firmado.

Sastre ha devuelto la ilusión al Palau, que aguarda la cita de la Copa para resarcirse de una primera vuelta que tuvo un claro punto de inflexión en Zaragoza. Precisamente, Drac Inca sumó su primera victoria ante el conjunto de José Luis Oliete (80-81) gracias a un triple milagroso de Javier Bulfoni. Tras las derrotas sufridas ante Melilla y Los Barrios, Sastre precisaba de un aval que llegó firmado merced a un holgado triunfo (92-66) frente al Tarragona. El Palau se convirtió en una cancha inexpugnable y el cuadro mallorquín no volvió a ser el mismo. León, Tenerife y Murcia fueron dos obstáculos insalvables.

Pero el inicio de la segunda vuelta, además de apartar de forma casi definitiva al Drac Inca de la última posición, ha hecho de los de Xavi Sastre un bloque a tener en cuenta. En tres partidos son dos las victorias conseguidas, dos triunfos que han servido para lanzar a un conjunto ubicado en la antepenúltima plaza y con el factor cancha ganado a día de hoy en un playoff por la permanencia.

Las exhibiciones ante Ciudad de Huelva (83-67) y Ulla Oil Rosalía (70-90) han servido, además de para hacerse con ebasket average directo, para alimentar un sueño. Cinco victorias y cinco derrotas en diez partidos equilibran la balanza y hacen ver el futuro mucho mejor que meses atrás.