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Entre los ocho mallorquines hay uno que cuenta con un expediente ciclista fuera de lo normal. Cinco títulos mundiales y un oro olímpico adornan la hoja de servicios de Joan Llaneras. Epistard de Porreres regresa a la Challenge con las miras puestas en su preparación cara el Mundial de Shenzhen (China), clasificatorio para los Juegos Olímpicos de Atenas. La primera manga de la Copa del Mundo es el primer paso y para adquirir kilómetros, la Challenge es un requisito básico. La ronda mallorquina es una prueba que Llaneras disputa «con mucha ilusión después de cambiar el programa de competición. Es una buena manera de preparar lo que nos viene encima, en especial el Mundial. Ojalá hubiera muchas carreras como esta para disputar, por la comodidad y flexibilidad que ofrece».

Ganar una etapa no es el objetivo, «pero si puedo luchar en una llegada, en especial con Isaac Gálvez, estaré preparado». Llaneras recuerda sus anteriores pasos por la Challenge con cariño. «Estuve a punto de ganar una edición y siempre estuve luchando por defender mis intereses o la victoria de un compañero. Además, competir en casa es un estímulo», añadió el campeón olímpico de Puntuación.

Las características del calendario privan aporrerenc de disputar el calendario de los Seis Días «para preparar más ágilmente el Mundial. Este año es un objetivo más prioritario si cabe por dar el billete a la Olimpiada y no podemos fallar. La mala suerte del año pasado no es normal, pero demostramos que seguimos entre los mejores y debemos ratificarlo», concluyó el corredor balear.

Por su parte, Isaac Gálvez se mostraba satisfecho tras lograr la victoria en meta. «Tuve suerte y cogí una buena posición. Me encuentro mejor que el año pasado y este tipo de llegadas, en las que la potencia es máxima, van conmigo», declaró el velocista catalán del Kelme, compañero de Llaneras en la Americana.