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La progresión y el cambio de imagen que ha experimentado el Drac Inca desde la llegada de Xavi Sastre al banquillo del Palau es evidente. Los resultados le han dado la razón al preparador mallorquín, que ha invertido la dinámica de un vestuario físicamente agotado y bajo mínimos psicológicamente.

La inyeccción de moral frente al Universidad Complutense (73-71) ha servido además para ratificar la comunión entre la grada y el equipo, que no pierde en Inca dentro de la competición regular desde el 17 de noviembre, fecha en la que Los Barrios salió airoso de es Raiguer (59-83).

El rendimiento de Walls bajo los tableros le ha convertido en uno de los mejores jugadores de la historia de la LEB. El estadounidense es una pieza básica dentro de un cinco inicial que es de los más competitivos de la liga.

Pero los números de Sastre, y en consecuencia del Drac Inca, han padecido una transformación radical en cuestión de meses. A estas alturas de la primera vuelta, el equipo gualdinegro acumulaba seis derrotas en sendos partidos y la salvación se empezaba a definir como utópica.

Ganar al CAI Zaragoza con un triple épico de Javier Bulfoni (80-81) marcó un punto de inflexión que en las seis jornadas que llevamos de la segunda vuelta ha coronado la cima, si dejamos de lado la semifinal de Copa ante el Bilbao. Tras este breve tramo, el Drac Inca firma el segundo mejor registro de la LEB con cinco victorias y una derrota. Los de Sastre sólo han cedido ante un Murcia que rubrica un 6-0 que le ha aupado hasta lo más alto de la tabla, ganando desde entonces cinco finales consecutivas.

Drac Inca cuenta con los mismos guaritmos que el Tenerife, campeón de la Copa Príncipe. Pero los mallorquines, además de salir provisionalmente de las posiciones que condenan a los playoffs por la permanencia, han superado ebasketaverage directo con Ciudad de Huelva o Ulla Oil.