En punto muerto

Miquel Alzamora
El Real Mallorca cerró con empate a uno un encuentro en el que hizo méritos para merecer una mayor recompensa. Los de Manzano no pasaron del uno a uno contra el Athletic de Heynckes que sacó demasiado beneficio por los méritos que hizo sobre el verde de Son Moix. Los rojiblancos estuvieron vivos el tiempo que el Mallorca les permitió vivir y ese periodo les bastó para marcar un gol y arriesgarse a vivir de rentas.

Los rojillos siguen sin ganar y suman ya seis partidos sin lograr tres puntos en un mismo partido, o lo que es lo mismo, en esta segunda vuelta todavía no han ganado. Ayer pudieron hacerlo, pero pagaron el pecado de arrancar el choque medio dormidos. El Athletic Club se dio cuenta enseguida que el partido había empezado sin que nadie, ni la grada, ni los jugadores del Mallorca estuvieran metidos de lleno en el choque. Las miradas empezaban a dirigirse hacia el árbitro y los de Heynckes se percataron inmediatamente de ello. Sólo así se entiende el gol que marcó Santi Ezquerro a los cinco minutos de arrancar el choque.

El ex jugador del Mallorca finalizó una acción de tiralíneas en la que intervinieron Etxeberria y Javi González y el propio punta de Calahorra la acabó con un toque franco de cabeza abriéndose paso por cuantos defensas merodeaban por su zona. El cero a uno fue clave para la reacción en positivo del equipo balear. Inmediatamente después, Walter Pandiani no fue capaz de batir a Aranzubia cuando la acción era clara de gol. Sin embargo, y pese a no marcar, la reacción existía y por fin los de Manzano hacían acto de presencia sobre el terreno de juego.

Los minutos pasaban y el nuevo «libro de estilo» de Alemany respecto a cómo hay que comportarse con los árbitros empezó a romperse. Pandiani lo protestaba todo y más cuando Rodríguez Santiago anuló un gol de Robles alegando posición antirreglamentaria de Fernando Niño. Pero los buenos equipos lo son cuando se levantan una y otra vez y el Mallorca volvió a hacerlo una vez más y no le perdió la cara al partido. Fruto de esa confianza, un centro de banda de Campano fue rematado por un inconmensurable Julián Robles. El mallorquín no recibió en buena posición pero se inventó una media chilena a lo Hugo Sánchez para batir la meta del guardameta vasco.

Después del empate, el juego, el partido, y el balón fue del Mallorca y sólo del Mallorca. A la media hora, Fernando Niño, falló otra ocasión cantada pero era el equipo bermellón quien continuaba mandando. Ibagaza había aparecido y eso siempre suele ser una buena noticia. Antes del final, Vicente tuvo también su minuto de gloria y rompió una ocasión de gol que empezaba a construir el equipo rojiblanco. Uno a uno y a vestuarios. El segundo tiempo fue del Mallorca pero no hubo opciones de volver a marcar, aunque hay que contabilizar un penalti sobre Robles que dejó sin señalar el árbitro del partido.

Al final, empate a uno y a esperar el próximo encuentro ante el Espanyol. La victoria sigue resistiéndose a un Mallorca que ayer sumó un punto que sirve de poco. El colegiado del partido, Rodríguez Santiago, no tuvo un partido fácil y en el resumen del encuentro hay que apuntar tres jugadas polémicas. El gol anulado a Robles en el minuto 19 por posición antirreglamentaria de Niño fue la primera, después las acciones que perjudicaron al equipo balear fueron en la segunda parte. En el minuto 3 Alkiza comete un penalti sobre Robles que no fue señalado aunque el jugador no protestó. Al final del partido, Óscar Vales golpeó con la mano la pelota dentro del área en una acción con Biagini. Tampoco ahí Rodríguez Santiago pitó nada.