El Drac Inca se encontrará de nuevo esta tarde con el equipo sobre
el que empezó a edificar su gran rehabilitación y a costa del cual
ahora pretende dar un paso decisivo y alejarse de las series para
eludir el descenso. Así, el cuadro mallorquín se encontrará otra
vez con el CAI Zaragoza, un equipo en estado decrépito y que ha
seguido una trayectoria diametralmente opuesta a la de la escuadra
balear. De hecho, el equipo de Inca ha vencido en ocho de los
últimos nueve partidos que ha disputado; en cambio, en el CAI las
derrotas se han amontonado al mismo ritmo (ocho en nueve
encuentros).
Prácticamente descartada la posibilidad de finalizar la fase
regular entre los ocho primeros, el club maño ha recurrido al
experimentado Alfred Julbe para evitar el desastre y adquirir
cierto equilibrio. El técnico catalán, que fue presentado a
principios de semana, debutará en el Palau en un partido que ha
adquirido un elevado sentido estratégico para los dos
protagonistas. El Inca tiene perfectamente asumido que se enfrenta
a un rival directo y eso significa que todo se multiplica por dos.
Superar al CAI supondría un salto de calidad enorme; un despegue
prácticamente definitivo.
Ante un rival que pese a sus problemas en la clasificación
atesora calidad y recursos, el Drac Inca apela a su dinámica
ganadora y a la fortaleza de su quinteto titular. En el partido de
la primera vuelta, un triple en el último segundo dictó sentencia,
aunque Rocky Walls fue el hombre más importante del partido.
Reboteó como nadie y fue quien marcó la diferencia ante la
impontencia de los pívots aragoneses. Walls debe asumir de nuevo un
papel importante en el duelo de hoy. Con Fran Murcia recuperado de
sus problemas físicos y el estadounidense Otis Hill, el juego
interior del CAI es temible. Panadero es una referencia clara en el
perímetro, mientras que el emparejamiento entre Carlos Martínez y
el Tucky Bulfoni también puede tener su peso.
Uno de los principales problemas que ha arrastrado el Zaragoza
durante las últimas jornadas es la falta de adaptación de Gilmort.
El base estadounidense, con experiencia en Liga Europea tras su
estancia en el Rosetto, nunca ha asumido el liderazgo del equipo y
no ha mejorado las prestaciones de Carlos Uriz o el joven Rodrigo
San Miguel. No obstante, en el banquillo del CAI, al margen del
veterano Pep Cargol, no hay mucho más. El fichaje de Gastao ha sido
otro sonado fracaso y Mario García es un jugador en clara línea
descendente.
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