Albert Riera festeja el gol de la victoria. Foto: TOMÁS MONSERRAT.

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2 REAL MALLORCA: Leo Franco; Cortés, Lussenhoff, Niño, Poli; Novo, Harold Lozano (Marcos, min.67), Ibagaza (Campano, min.22), Riera; Pandiani y Etoo (Carlos, min.91).
1 REAL VALLADOLID: Bizzarri; Torres Gómez, Gaspar, Peña (Aganzo, min.72), Mario; Oscar Sánchez, Colsa (Caminero, min.75); Sales, Oscar, Olivera; y Jonathan.
GOLES:
0-1, min.45: Jonathan.
1-1, min.54: Pandiani.
2-1, min.58: Riera.

ARBITRO:
Medina Cantalejo (C. Andaluz). Amonestó a Poli (min.70), Etoo (min.76) y Leo Franco (min.87) por parte del Mallorca.
ESTADIO: Son Moix. 17.000 espectadores.

Miquel Alzamora
El Real Mallorca salvó ayer tres puntos de oro que pueden valer una categoría. Los hombres de Manzano corrigieron una primera parte que rozó el esperpento y sentenciaron en el segundo periodo cuando el marcador reflejaba un peligroso cero a uno. La victoria de ayer, unida a la de hace quince días ante el Betis y al empate de El Sadar, aumentan el margen de tranquilidad de un Mallorca que, amarrando los partidos de casa, tiene una vez más la permanencia en el bolsillo.

Sin embargo, el partido ayer se puso feo, muy feo. En una fase del encuentro hasta el público volcó su ira hacia los once de Manzano y cuando esto sucede es que las cosas no terminan de salir medianamente bien. Al margen de dos remates a boca de gol, uno de Novo, (min.7) y otro de Cortés (min.28), los rojillos le perdieron la cara al partido. Difuminaron la condición de equipo local y entregaron el balón al contrario. El Mallorca no sabe acomodarse sobre el campo sino lleva la pelota y por ahí empezó a perderse el control de la situación.

Además, sucedió lo peor que le puede ocurrir a un equipo, y es quedarse sin su líder. Ibagaza tuvo que abandonar el campo a los 22 minutos aquejado de sus problemas de lumbalgia, que se vieron acompañados además por un pinchazo muscular que acabó con el mediapunta en la caseta. Campano le cogió el sitio, pero el andaluz no se acomodó a la posición hasta la segunda parte. Todo junto motivó que el Valladolid se creciera por momentos y aprovechara, principalmente, las incursiones de Fernando Sales por banda derecha. Al final, como no podía ser de otra manera, llegó el gol del once de Pucela. Jonathan aprovechó un número importante de errores de marcaje y acertó a rematar de cabeza un centro de Torres Gómez. Cero a uno, descanso y bronca en Son Moix.

En la reanudación el equipo salió más centrado, aunque el primer aviso fue de Oliveira, que mandó un balón al travesaño a los dos minutos. Sin embargo, ahí se acabó el Valladolid. Poco después Albert Riera, muy criticado ayer, envió una asistencia marca de la casa a Pandiani, que sólo tuvo que peinar para establecer el empate. Con la contienda igualada el Mallorca siguió crecido. Antes de llegar al cuarto de hora cayó el segundo. Campano marcó una diagonal a la derecha, Pandiani metió al segundo palo y Riera finalizó con éxito.

El susto de este segundo tiempo llegó a los dieciocho minutos cuando Franco tuvo que emplearse a fondo para sacar un balón de Olivera. Ahí acabó el Valladolid, que reservó para el Mallorca los últimos actos de la función de ayer. David Cortés ofrecía un recital de juego y Pandiani y Carlos merecieron el gol, pero la fortuna no quiso aliarse con los delantero de Manzano. Al final los puntos se quedaron en casa, y lo que es más importante, la permanencia está ya al alcance de la mano. Virtualmente el objetivo está cumplido y si no se tropieza más en casa la afición puede estar tranquila. El marcador final devolvió la tranquilidad al entorno y los abucheos se convirtieron en aplausos.