Las instalaciones del Martínez Valero cumplen con todos los requisitos fijados por la RFEF y la LNFP.
Fotos: TOMÁS MONSERRAT

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Para el Martínez Valero, acoger una final de la Copa del Rey no significa un bautismo de fuego. Inaugurado tras la jubilación de Altabix, el 8 de septiembre de 1976, hace tan sólo unas semanas puso punto y final a su última fase de remodelación. A estas alturas, su aforo asciende a 36.686 localidades. Éstas se distribuyen en varias áreas, comenzando por las 3.500 de la tribuna de preferencia, para seguir con las 6.000 de cada uno de los fondos, las 3.500 de la tribuna de sol y las 17.686 del anillo superior. En total, Mallorca y Recreativo se repartirán cada uno un 40% del aforo, mientras que el resto estará en manos de la Real Federación Española de Fútbol.

Su presencia impone llegando desde Alicante, momento en el que su practicidad a la hora de acoger a los seguidores llama la atención. Su exterior cuenta con un aparcamiento con más de dos mil plazas, además de un lugar en el que los seguidores tienen una cita ineludible. En el mesón Blanc i Verd se reúnen los seguidores ilicitanos y a buen seguro será punto de encuentro el próximo día 28 de junio.

En el interior, una amplia zona de vestuarios contrasta con una sala de prensa que se quedará pequeña. El palco registrará overbooking en sus 58 plazas del área presidencial y las 250 resevadas para los Vips.