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F. FERNÀNDEZ/T. MONSERRAT Dos lugares reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad son la carta de presentación de Elche, la segunda ciudad en importancia de la provincia de Alicante. El Palmeral y el Misteri, única representación existente del teatro medieval en Europa, son las dos joyas de una urbe en la que la industria del calzado es un motor que la ha permitido ser conocida en todos los rincones del país. De hecho, el 42% del calzado español exportado tiene en la ciudad escenario de la final de Copa su denominación de origen. El río Vinalopó divide en dos partes una urbe que en ese punto presenta uno de sus pulmones verdes. Los puentes que lo atraviesan dan un toque modernista al panorama de Elche, cuyo extrarradio ha experimentado un crecimiento desorbitado en los últimos años. La industria del calzado y sus derivados ha generado la eclosión de polígonos industriales que rodean Elche.

Ubicada a poco más de diez kilómetros del aeropuerto de El Altet y a veinte de Alicante, ofrece unas vías de comunicación ideales para enlazar con los puntos más importantes de la Península. Una vez inmersos en el casco urbano, el palmeral más extenso del continente copa el horizonte y se integra en el paisaje a través de un sistema de parques como el Huerto del Cura, el más visitado por los turistas.

La Basílica de Santa María, escenario del Misteri, junto al Alcázar de la Señoría y el Ayuntamiento forman el triángulo sobre el que se vertebra el centro histórico. Los baños árabes y el yacimiento de l'Alcúdia, lugar en el que se halló en 1897 la Dama de Elche -depositada en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid- completan la oferta que engloba el patrimonio histórico ilicitano, lugar que es considerado la capital del arte ibérico.

Los humedales y las playas forman también parte del atractivo del municipio. A escasos kilómetros del Martínez Valero se hallan las dunas de Carabassí, los pinares y las playas de La Marina, que conforman un litoral de nueve kilómetros.

Los más de 200.000 habitantes con los que cuenta Elche vuelcan sus esfuerzos en proyectar hacia el exterior la imagen de la ciudad, que orienta buena parte de su futuro hacia la educación y el crecimiento endógeno y exógeno de una industria que en el turismo nacional e internacional ha depositado una buena parte de sus esperanzas de seguir en primera línea.

El edil de deportes del consistorio ilicitano, Alejandro Soler, ha dejado ver la posibilidad de que en los días previos a la gran final, los aficionados mallorquinistas que se desplacen a la ciudad puedan tener una motivación extraordinaria para disfrutar de sus encantos. La idea de las autoridades ilicitanas es la de ofertar a los seguidores y a la vez turistas potenciales un paquete que les permita conocer a fondo la ciudad desde los puntos de vista cultural y turístico, mostrando todos los monumentos e instalaciones relacionadas que se sitúan en el centro urbano e incluso en la periferia de Elche. Así se tienta a los mallorquinistas para que puedan pasar más de un día en la ciudad, complementando la oferta que de por si lleva consigo el encuentro entre el Recreativo de Huelva y el Real Mallorca, principal y único motivo del éxodo masivo de mallorquines.