Bekele, con solo 20 años, logró su quinto oro individual, ya
tiene dos en cross corto, otros dos en cross largo y uno de júnior,
por lo que ya se encuentra entre los elegidos. La historia del
atletismo ya le tiene reservada una página importante entre los
campeones y el futuro le espera.
La joven estrella se impuso con autoridad al keniano Patrick
Ivuti y a otra perla etíope de largo nombre, Gebre-Egziabher
Gebremariam, plata y bronce respectivamente. En la otra carrera,
reservada a los atletas de este mundo, el equipo español cerró con
cuatro atletas en el puesto 22 y logró una meritoria pero agridulce
cuarta plaza de la clasificación.
Chema Martínez y Julio Rey entraron juntos en los puestos 17 y
18 y José Ríos y Fabián Roncero también se dieron la mano para
entrar el 21 y 22 respectivamente. Marruecos dejó fuera del podio a
un equipo en forma y plagado de maratonistas y que con la presencia
del equipo francés tal vez hubiera saboreado el bronce, pero los
galos no presentaron equipo.
El portugués Eduardo Henriques tuvo el honor de ser el primer
europeo, pero el dominio continental fue para España. La gran
esperanza blanca, el ucraniano Sergy Lebib se retiró víctima «de un
calor agobiante digno del mes de agosto» y firmó una de las
decepciones del Mundial. Los africanos aún quedan muy lejos.
La carrera fue de desgaste y eliminación. Los kenianos
obtuvieron su decimoctavo título consecutivo, pero entre todos no
pudieron con Bekele, y eso que lo intentaron a bloque con un duelo
encarnizado entre Bekele y Gebremariam. El campeón, como los
grandes toreros, aguantó, templó y cuando quiso se despidió hasta
la cinta de meta para rematar otra inolvidable faena.
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